Aunque parezca una obviedad, lavarse el pelo correctamente no es tan fácil como se cree. Mantener el pelo limpio y con buena presencia es una de las principales preocupaciones, tanto de los hombres como de las mujeres. Luego, el cómo se hace, a veces es secundario y no debería serlo. Un mal lavado del pelo nos puede llevar a un aspecto dañado y apagado, además de que no nos dure tanto tiempo limpio como deseamos.
Si bien es cierto que existen diversos factores que pueden afectar a su buen aspecto y que no podemos evitar, como el clima o el sudor durante la práctica deportiva, hay otros muchos que sí dependen de nosotros y que podemos ponerle solución.
Desde la redacción de 'Vozpópuli' hemos preparado un manual del lavado perfecto del pelo para que no solo te dure más tiempo limpio, también esté más bonito y tenga un aspecto cuidado.
Lavar con un champú cualquiera
Hay que elegir el mejor champú para cada persona, teniendo en cuenta tanto el cuero cabelludo como el cabello. El cuero cabelludo puede ser graso, seco o sensible. El cabello, en cambio, puede ser seco o muy seco, teñido, decolorado, canoso, fino y sin volumen, ondulado, rizado, normal… "Aconsejamos lavar el cuero cabelludo con un champú específico, si se tiene alguno de los problemas indicados, y después elegir otro para el cabello, según sus características. El cabello no se frota, se lava suavemente masajeando con los dedos, y se aclara con agua tibia o fría", señala la farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermocosmética.
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Los excesos en la lavado (y no lavado)
Aunque es evidente que mantener el pelo limpio y sano es imprescindible para una buena presencia en cualquier ámbito, abusar del lavado puede resultar perjudicial.
Los hábitos del día a día, la práctica de ejercicio, la época del año, el clima o incluso el peinado que llevemos son algunos de los detonantes que van a variar a la hora de lavarnos el pelo. "Cada persona y sus circunstancias varían, pero, por lo general, lavarlo 3-4 días a la semana es más que suficiente. Por lo tanto, lavarlo cada día es un completo error", aclaran los expertos de Jean Louis David.
Aclarar el pelo con agua muy caliente
La temperatura del agua es un aspecto muy importante durante el aclarado. Aunque dependiendo de la época del año, tendemos a usar agua caliente, lo cierto es que, para mantener el buen aspecto del cabello, lo mejor es usar agua templada para activar la circulación del folículo piloso y evitar la formación de grasa en el cuero cabelludo.
Cepillar el pelo cuando está mojado
Pasar un cepillo por el pelo mojado no solo puede ser doloroso, sino que también puede tirar del cabello y causar roturas. Si tienes el pelo fino, lo mejor es que olvides este paso porque por naturaleza tu pelo es frágil y puede estar muy enredado, por lo tanto, es muy fácil que se quiebre. Un truco puede ser que dejes secar el pelo antes de cepillarlo para que le dé tiempo a recuperar la fuerza.
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Envolver el pelo en una toalla con mascarilla
¿Un spa capilar casero? Sí, recomienda Gisela Bosque, National Makeup Artist de Sephora, pero el adecuado. “Aplicar la mascarilla y cubrir el cabello con una toalla o turbante para potenciar la acción de la mascarilla no funciona. Para ser realistas, ¡la mayoría del producto se queda en la toalla! Si se quiere mejorar la absorción, lo mejor es aplicarla sobre cabello limpio y muy, muy bien escurrido, para luego envolver la cabeza en papel film o en un gorro de ducha de plástico, sobre los que luego sí se debe usar una toalla, cubriendo el conjunto y creando un efecto calor que permite que los activos entren mejor en la fibra capilar”, finaliza.
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Dejar demasiado tiempo la mascarilla
Dejarla actuar la mascarilla más tiempo del necesario es un error. “¡No hace falta pasarse horas con la mascarilla puesta!”, comenta Gisela Bosque. “El cabello no absorbe más activos por dejar transcurrir más tiempo del necesario. La fórmula perfecta es aquella indicada por el fabricante, ¡no hay que complicarse más la vida!”.
No es mejor la mascarilla que el champú (ni todo lo contrario)
"Son productos diferentes", dice Rocío Escalante. El acondicionador ayuda a desenredar el cabello. Hay diferentes tipos, algunos hay que eliminarlos con agua, otros, en cambio, no necesitan aclarado, y son muy prácticos para los cabellos que se enredan mucho, que suelen ser los que son muy finos, y los rizados.
"El acondicionador se aplica después del champú y no necesita tiempo de reposo. La mascarilla, en cambio, es el producto que aporta hidratación y nutrición y necesita un tiempo de reposo (como mínimo entre 2 y 5 minutos), para que haga efecto. La recomendamos 1 o 2 veces a la semana. También aconsejamos trabajarla, para que penetre bien. Es ideal para los cabellos secos, los teñidos, los rizados, los frágiles…", apostilla la experta en dermocosmética.
No secar desde la raíz
El uso excesivo de planchas o secador no es beneficioso para el cabello. Aunque durante el invierno el uso del secador es en muchas ocasiones necesario por el frío, la temperatura no debe ser muy alta (aunque tarde menos en secar). Los expertos aconsejan evitar incidir directamente sobre la raíz. "Nuestro truco: siempre secar desde las raíces hasta las puntas, es decir en el sentido de la fibra capilar, teniendo cuidado en mantener el aparato paralelo a los cabellos”, explican los expertos de Jean Louis David.