El actor de cine porno Nacho Vidal continúa siendo investigado por la muerte del prestigioso fotógrafo de moda toledano afincado en Valencia José Luis Abad durante un rito para desintoxicarlo de las drogas mediante la administración de un veneno obtenido del sapo bufo.
La muerte del fotógrafo ocurrió en julio del año pasado, en la casa de campo que Vidal tiene en Enguera. La tardanza en la detención ha sido debido a que el equipo de Policía Judicial de Xàtiva ha precisado meses para probar los hechos y detener al actor y a sus supuestos cómplices.
[Más información sobre la detención de Nacho Vidal]
El fotógrafo perdió la vida en un rito chamánico que lideraba Vidal. Todo el proceso fue grabado en vídeo, que descubrió la hermana de fallecido el pasado 14 de febrero de 2020. El contenido ha sido puesto en disposición judicial y se ha filtrado a la prensa.
El contenido del vídeo de la muerte del fotógrafo con Nacho Vidal
José Luis Abad se sometió al ritual para desengancharse de la cocaína. Sin embargo, acabó perdiendo la vida, que es uno de los efecto secundarios que pueden suceder tras fumar la sustancia de sapo bufo.
Fue el propio fotógrafo el que quiso hacer este rito y fue también él que pidió que grabasen el proceso con su Iphone. Algo que acabaría por incriminar a Nacho Vidal.
El vídeo de 22 minutos y 30 segundos se ha convertido en la principal prueba acusatoria del delito de homicidio imprudente que cometieron, presuntamente, Nacho Vidal y sus dos ayudantes en el ritual: una prima segunda y un amigo.
El vídeo muestra con detalle cómo murió Abad el 28 de julio de 2019. Tras inhalar durante cerca de 20 segundos el veneno de sapo bufo, la víctima empieza a tambalearse y se desploma
El vídeo muestra con detalle cómo murió Abad el 28 de julio de 2019. Tras inhalar durante cerca de 20 segundos el veneno de sapo bufo, la víctima empieza a tambalearse y se desploma. Vidal pone la pipeta en la boca del fotógrafo tres veces y su empleado amortigua con sus brazos la caída, detalla el medio Las provincias.
Poco después, "Abad solloza de manera entrecortada, comienza a sufrir convulsiones y contorsiona sus brazos y pies. El trance no sorprende al actor ni a sus dos acompañantes, que siguen grabando y tocando un pandero y dos campanillas como parte del ritual, pero el pecho y la cabeza de la víctima se amoratan y Vidal le practica las primeras maniobras de reanimación".
Tardaron demasiado en llamar al 112
El rito de desintoxicación continuó a pesar de que el fotógrafo permaneció inmóvil mucho tiempo. El actor trató de reanimar otra vez al moribundo al insuflarle aire en sus pulmones con la respiración boca a boca, pero no reacciona.
El rito de desintoxicación continuó a pesar de que el fotógrafo permaneció inmóvil mucho tiempo. Tardaron mucho en llamar al 112
Tras ello, Vidal le pide a su prima que deje de grabar y que llame al 112. Eran las 11.04 horas, según el sumario al que ha tenido acceso el citado medio. El fotógrafo no abre los ojos ni sus labios. Después de recibir el aviso, un equipo del SAMU acude con urgencia a la casa de Enguera.
Antes llegaron un guarda forestal y dos policías locales. Uno de los agentes se turna con el actor en las maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero sin resultados. A las 11:30 horas se certifica la muerte de Abad.
Nacho Vidal habría cobrado 150 euros por la sesión
Tras visionar los 22 minutos y 30 segundos de grabación, el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Xàtiva concluye en su informe que las tres personas investigadas actuaron con temeridad y grave desprecio a la vida. Los investigadores también sospechan que el actor compró la peligrosa sustancia alucinógena a través de internet, y por eso habría cobrado 150 euros por la sesión.
Ocultaron el vídeo y el altar
Otro indicio que apunta a la culpabilidad de Vidal y sus dos ayudantes es que no avisaron entonces de la existencia del vídeo en cuestión. Vidal dijo entonces que Abad había fallecido "tras inhalar la sustancia psicoactiva de color marrón", pero no les informó que habían grabado el ritual con el móvil del fotógrafo.
Según Javier Vilarrubí, abogado que ejerce la acusación particular, las tres personas "ocultaron la existencia del vídeo y recogieron las campanillas, la manta y el cojín para que nadie viera el altar".
