ACS, a través de su filial estadounidense Flatiron, se ha adjudicado dos contratos valorados en cerca de 800 millones de euros en Los Ángeles (EEUU), y ha tomado el control de la autopista de peaje SH 288 de Texas, al elevar su participación hasta el 66,27 %. Según ha explicado este miércoles la filial de ACS, los contratos en Los Ángeles, adjudicados por la Autoridad de Transporte Metropolitano del Condado de Los Ángeles, permitirán mejorar el transporte en el área metropolitana de la segunda ciudad más poblada del país norteamericano.
Por un lado, la "joint venture" (empresa conjunta) creada con la empresa local Myers & Sons Construction construirá nuevos carriles exprés en la autopista I-105 por 507 millones.
Concretamente, se convertirá el carril de alta ocupación existente en un carril exprés, y se construirá un segundo carril de este tipo en cada dirección de la autopista, que podrán usar los autobuses públicos y los vehículos de alta ocupación sin pagar ningún peaje.
El segundo contrato, adjudicado por 300 millones a la empresa conjunta Valley Transit Partners, formada por Flatiron, Stacy and Witbeck y Modern Railway Systems, comprende la mejora de la G-Line, una línea de autobús de tránsito rápido en Los Ángeles.
Con este proyecto, se busca mejorar las velocidades operativas, la capacidad y la seguridad de la G-Line, reduciendo los incidentes entre los vehículos y los autobuses públicos.
Toma el control de una autopista en Texas
Además de estos dos contratos en Los Ángeles, ACS ha llegado un acuerdo para hacerse con el control de la autopista de peaje SH 288 de Texas (EEUU), que se adjudicó en 2016 de manera conjunta con el grupo israelí Shikun & Binui y los fondos InfraRed, Northleaf, Clal Insurance y Star America.
El acuerdo alcanzado con InfraRed, Northleaf y Star America permitirá a la compañía española aumentar su participación en la sociedad concesionaria de la autopista -Blueridge Transportation Group- del 21,65 % que ya ostentaba hasta el 66,27 %, tras desembolsar cerca de 900 millones de euros.
El cierre de la operación, según ha explicado este miércoles ACS en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), está sujeto a la obtención de las pertinentes aprobaciones administrativas.
La concesión de la autopista se adjudicó en 2015 por un plazo de 52 años a un consorcio liderado por Iridium, filial de ACS, en el que también participan las compañías constructoras del Grupo ACS. Desde su apertura al tráfico en 2020, el tramo de 17 km que incluye en la mediana dos carriles de peaje por sentido ha permitido aliviar los problemas de congestión de la autopista, que es transitada por más de 160.000 vehículos cada día, de los cuales 14.000 usan los carriles de peaje.
