El sector de la aviación es responsable de entre el 2% y 3% de las emisiones globales de CO2, ya que consume unos 332 millones de litros de carburantes de origen fósil. Un lastre para la senda de descarbonización en la que se está inmersa Europa y que convierte este objetivo en una oportunidad de negocio para España con 50.129 millones de euros en las próximas dos décadas.
Los expertos de la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) han presentado para Iberia y Vueling estas cifras en su estudio sobre los impactos ligados a la transición ecológica en el sector de la aviación. La producción de combustibles sostenibles para aviación, SAF por sus siglas en inglés no sólo está ligada a la descarbonización del sector de la aviación, sino que las inversiones necesarias para llevarlo a cabo van a poder repartirse en el territorio nacional (concentrándose en zonas de mayor ruralidad) al mismo tiempo que generan empleo de calidad y atraen talento a lo largo de toda la cadena de valor del sector.
PwC habla en su informe de unos ingresos en la puesta en funcionamiento de 32 plantas de producción de estos combustibles de hasta 50.129 millones de euros, entre los años 2025 y2050. El impacto en el PIB de España de la construcción y puesta en funcionamiento de esta producción sería de 56.000 millones de euros hasta 2050, que se traduce en 270.000 nuevos puestos de trabajo.
“España, gracias a su localización y a las características de su economía cuenta con amplias capacidades para posicionarse en el ámbito de la producción de SAF. El acceso a recursos renovables y su ubicación estratégica le ofrece las claves para liderar la descarbonización del sector de la aviación”, explica en su informe Oscar Barrero, socio responsable de consultoría en el área de energía y utilities en PwC.
A pesar del potencial existente en España, los analistas avisan que existen una serie de retos que deben ser analizados y afrontados si se quiere impulsar esta nueva industria. “Aspectos como la capacidad de financiar las inversiones necesarias, una regulación que fomente y acompañe a esta transición o el acceso limitado a agua dulce serán las principales limitaciones que se deberán hacer frente”, añaden desde la consultora.
El desarrollo de una industria dedicada a la producción de SAF no sólo va a estar ligada a la descarbonización del sector de la aviación, sino que las inversiones necesarias para llevarlo a cabo van a poder repartirse en el territorio nacional. De hecho, los expertos ven de nuevo una oportunidad para la denominada España vaciada.
Más vuelos, más emisiones
Frente a la fuerte recuperación de la demanda de vuelos internacionales, llegando a subidas del 4% al año, con el consecuente incremento previsto de las emisiones de CO2, las compañías aéreas están inmersas en este camino de avanzar en la descarbonización del sector cuanto antes.
“En consonancia con este compromiso, el sector está centrando sus esfuerzos en desarrollar medidas que permitan reducir el impacto sobre la huella de carbono de su actividad económica, como son medidas relacionadas con optimización de los vuelos, la eficiencia energética o la introducción de nuevas tecnologías”, afirma en su informe PwC.
La introducción de los combustibles SAF, no solo se posiciona como la solución con mayor impacto en la reducción de emisiones sino que, además, es la única viable a día de hoy para dar un paso sustancial en la descarbonización del sector y en la consecución de los objetivos Net Zero a 2050.
¿Qué se necesita para su desarrollo?
Estos combustibles 'verdes' son todavía caros y difíciles de integrar. No obstante, las directivas y obligaciones internacionales van a impulsar el consumo de este tipo de combustibles a partir del 2025.
Si las compañías aéreas quieren impulsar también esta migración a un modelo más sostenible, cumpliendo con las directivas establecidas, este estudio apunta que se debe incorporar el consumo de combustibles SAF en el corto plazo, generando así una demanda estimada de 49 millones de toneladas de combustible entre el 2025 y el 2050.
La creciente demanda de estos nuevos carburantes se ve para las empresas como "una importante oportunidad económica" a la hora de desarrollar una industria dedicada a su producción. Prueba de ello es el crecimiento significativo de proyectos en marcha para este propósito.
Aunque el éxito de esta industria se abrirá paso, como confiesan los expertos, si se dispone de la materia prima necesaria para su producción, de las capacidades industriales necesarias para desarrollar esta actividad, la colaboración entre las empresas del sector y los gobiernos. En este sentido, empresas y asesores se mueven en los últimos años para que se desarrollen medidas económicas, regulatorias y técnicas que faciliten la viabilidad de este tipo de proyectos.
Teniendo en cuenta este potencial y las obligaciones en términos de descarbonización del sector, parece obvio que existe una oportunidad a la hora de localizar una importante industria de producción de SAF en el territorio nacional.