La UE, consciente de que el tiempo corre en su contra, negocia hoy a varias bandas, en diferentes capitales y al más alto nivel los elementos que faltan para cerrar el "plan B" del rescate a Chipre con la vista puesta en el domingo, cuando la eurozona debe aprobar, en principio, el programa. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mantiene "contactos a alto nivel para facilitar una solución, señaló a Efe el portavoz adjunto del político belga, Preben Aamann.
Enfrente del Consejo, en el edificio Berlyamont de la Comisión Europea (CE), se trabaja este sábado también con ahínco en una solución que satisfaga tanto a Chipre como a la troika -el Ejecutivo comunitario, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- y los países de la eurozona. "Hay contactos intensivos a muchos niveles", señaló el portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Simon O'Connor, en su cuenta de la red social Twitter. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, lleva días centrándose exclusivamente en buscar una salida a la crisis chipriota y también el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se ha implicado directamente en las conversaciones.
Desde Chipre se anuncian progresos
En Nicosia, el ministro chipriota de Finanzas, Mijalis Sarris, dijo que se han producido "significativos progresos" en su reunión con la delegación de la troika para analizar la tasa a los depósitos bancarios y los acuerdos votados el viernes en el Parlamento que forman parte del plan para resolver la crisis financiera. Todavía se desconoce si el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, y los líderes de los partidos viajarán finalmente hoy o mañana a Bruselas para discutir "in situ" los pormenores del plan alternativo de cara a la reunión extraordinaria del Eurogrupo, prevista para las 18.00 hora local (17.00 GMT) del domingo.
Chipre necesita el sí de la Eurozona a su plan alternativo antes del martes, pues el BCE sólo le facilitará liquidez de emergencia hasta ese día festivo
Tanto desde el Consejo como desde la CE se insistió hoy en que "no hay ninguna reunión confirmada para este fin de semana en Bruselas", pero el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, corroboró finalmente al menos la cita de los ministros de Finanzas de la eurozona. En caso de alcanzarse hoy un acuerdo con la troika, el Parlamento chipriota podría reunirse para la votación, lo que podría ocurrir en la noche del sábado o el domingo.
Chipre necesita el sí de la eurozona a su plan alternativo antes del martes, ya que el Banco Central Europeo (BCE) anunció que sólo garantiza la liquidez de emergencia a los bancos chipriotas hasta el lunes, día festivo en el país mediterráneo. De momento, para evitar una fuga de depósitos cuando reabran los bancos, Chipre ha aprobado la reestructuración de la segunda mayor entidad financiera del país, el Laiki Bank, y su división en un banco "bueno" y uno "malo", y una ley que permite la restricción de movimientos de capitales, lo que tranquiliza algo a los socios de la eurozona.
Nerviosismo en Bruselas
El nerviosismo es evidente en Bruselas: Barroso y Van Rompuy han suspendido todos los compromisos para los próximos días para estar "encima" de las negociaciones, que tienen principalmente lugar en Nicosia con la troika, pero que no están siendo fáciles, según las fuentes consultadas. Primero debido al monto de al menos 5.800 millones de euros (o 7.000 millones, de acuerdo con algunos medios de comunicación) que el Gobierno de Anastasiadis debe aportar al rescate de hasta 10.000 millones de euros, lo que implica hacer complicados cálculos en cuanto al porcentaje que se debe imponer a los depósitos por encima de 100.000 euros y las pérdidas que deben asumir posiblemente los bonistas.
El plan inicial del Eurogrupo establecía quitas para los tenedores de deuda júnior que, según los cálculos de la eurozona el sábado de madrugada, generarían unos 1.400 millones de euros, pero no incluyó a los acreedores de deuda sénior, al considerar que se trata de una parte "muy pequeña", dijeron esta semana fuentes europeas. Además, no está claro si Alemania aceptará todos los elementos del Fondo Nacional de Solidaridad, al que se destinarán parte de las reservas de los fondos de pensiones y del seguro médico de los empleados públicos, entre otros activos.
La canciller alemana, Angela Merkel, ya ha dicho que está en contra de la inclusión de los fondos de pensiones públicos chipriotas en el plan.