El próximo 6 de mayo se celebran las elecciones para elegir la nueva Junta de Gobierno del Colegio de Economistas de Madrid. En este proceso se han presentado hasta tres candidaturas distintas. Pascual Fernández, que encabeza una de esas listas, charla con Vozpópuli para explicar sus propuestas si sale vencedor. Fernández es una persona que en su larga trayectoria como economista le ha tocado conocer muy de cerca la corrupción: el actual decano del colegio, Juan Iranzo, está implicado en el escándalo de las tarjetas 'black' de Caja Madrid y, en la época en la que Fernández fue director general de Análisis y Programación Presupuestaria en el Ministerio de Economía y Hacienda (1996-2000), coincidió con Rodrigo Rato, investigado ahora por el Sepblac tras acogerse a la amnistía fiscal. En esta entrevista también habla de la economía española, la crisis que atraviesa nuestro país y valora los nuevos fenómenos políticos que amenazan con romper el bipartidismo, Podemos y Ciudadanos.
-En su carta de presentación como candidato a decano dice que quiere que el colegio esté "más cerca de los problemas de nuestro tiempo y de la sociedad". ¿Significa esto que no lo está? ¿Cómo lo va a conseguir?
Significa que tenemos que continuar trabajando para hacer las cosas lo mejor posible. Eso no quiere decir que no esté cerca de los problemas. Nuestro objetivo es el de superarnos; pretendemos que el colegio esté lo más próximo a los intereses profesionales de los economistas. Permitir desarrollar su profesión de la manera más adecuada y posibilitar que los colegiados tengan la formación más actualizada. Queremos abrirnos más y que fluyan las propuestas desde abajo hacia arriba. Comunicación directa con el colegiado.
Por ejemplo, acabamos de crear una institución de mediación dentro del colegio, que es un procedimiento de resolución de conflictos extrajudicial con grandes ventajas, ya que es más rápido y más barato que un procedimiento judicial ordinario. Y además acaba ahí, ya que en el momento en el que se produce el acuerdo ya no se recurre. Cuando te comparas con otros países de nuestro entorno, se ve cómo España tiene que avanzar mucho en este tema.
-¿La implicación de Juan Iranzo en las tarjetas 'black' de Caja Madrid ha perjudicado a la institución? ¿Se mantiene intacto su prestigio?
Todos los conflictos afectan siempre. En este caso no de una manera demasiado importante porque es un tema absolutamente personal. No tiene nada que ver con el colegio ni con ninguno de sus miembros. No pienso que el tema haya sido particularmente relevante para el colegio, al menos no lo hemos identificado así. Ni tampoco se ha percibido desde el punto de vista de la opinión pública. Aunque ha habido algunos colegiados que se han enfadado por este tema, ha sido un número muy muy reducido. Es un tema personal de Iranzo.
"La implicación del actual decano en las tarjetas 'black' no afecta de una manera demasiado importante porque es un tema personal"
-Varios de los miembros que usted propone en su candidatura forman parte del actual gobierno. ¿Podría decirse que la suya es la candidatura de la continuidad?
Si ganamos las elecciones, algunos continuaremos, y otros se incorporarán como nuevos. Eso es evidente. ¿Continuidad en el sentido de que queremos que el colegio siga igual? Claramente nuestras propuestas ponen de manifiesto que esa no es nuestra voluntad.
-Continuidad nominal, ¿en todo caso?
Evidentemente, si continuamos algunos, continuaremos. No admite ningún tipo de duda. Eso no quiere decir que no queramos que el colegio cambie. Nos parece importante dinamizarlo y que tenga una proyección exterior más activa. Se debe conocer su voz.
-Se dice que parte con ventaja con respecto a sus rivales José María Lamo de Espinosa y Juan Ignacio Bartolomé porque usted conocía los plazos electorales al formar parte del gobierno actual y ha tenido más tiempo para redactar el programa.
No. He tenido exactamente el mismo tiempo que los demás. Efectivamente, yo conocí la fecha de convocatoria de la Junta Electoral para convocar las elecciones dos días antes. Tengo la percepción de un cierto interés por parte de alguien de intentar trasladar una sombra o duda de unas elecciones turbias. Me llama mucho la atención. El principal interesado en que las elecciones sean transparentes soy yo.
"Tengo la percepción de un cierto interés por parte de alguien de intentar trasladar una sombra o duda de unas elecciones turbias"
También se dice que no ha habido tiempo para presentar las candidaturas. Y se han presentado tres, cuando nunca en unas elecciones para el Colegio de Economistas de Madrid había habido tres candidaturas. La realidad demuestra que sí ha habido tiempo.
-Se propone crear un portal de transparencia. ¿El colegio no es lo suficientemente transparente?
Es importante que los colegiados sepan dónde trabajan los miembros de la Junta del Gobierno en todo momento para que vean que no vamos a utilizar el colegio en nuestros propios intereses. En ese portal aparecerá si a alguna persona se le nombra perito en un procedimiento judicial. No tenemos que escondernos. También queremos publicar las cuentas del colegio de manera permanente. No tenemos nada que ocultar.
-Dejemos un poco de lado el colegio. Parece que la corrupción llega a todas las instituciones. En general, ¿qué hacer para acabar con ella o frenarla?
Hay muchos tipos de corrupción. La que más preocupados nos tiene a todos es la corrupción en el mundo político: es la parte más escandalosa. Pero no es la única relevante. Que la gente no cumpla sus obligaciones fiscales también es corrupción. A otra escala, pero es un problema. Todas estas cuestiones están de alguna manera relacionadas. Es un problema institucional que tiene que ver con el funcionamiento de la sociedad. La punta de lanza de todo este proceso es la corrupción política. En ese sentido, sería muy importante que los partidos políticos más representativos se pusieran de acuerdo. Sería muy importante que lo hicieran el PP, PSOE, IU, y otros nuevos jugadores como Ciudadanos o Podemos. Lo peor de la corrupción es la sensación que se intenta transmitir de que está generalizada. Hay casos en Podemos, en el PP, el PSOE… y cuando les afecta a ellos, miran hacia los demás.
-¿Hace falta diálogo?
Hace falta diálogo y decisión. Es un tema de gran pacto y es una pena que el PSOE y el PP no lo hayan propiciado estos años.
-Usted fue director general de Análisis y Programación Presupuestaria en el Ministerio de Economía y Hacienda (1996-2000) y después secretario de Estado en el Ministerio de Medio Ambiente (2000-2004). Coincidió en el Gobierno con Rodrigo Rato. ¿Le ha sorprendido el escándalo?
Me ha sorprendido, naturalmente. Aunque yo creo en la presunción de inocencia hasta el final. Pero me ha sorprendido mucho que el que era ministro de Economía y Hacienda se haya visto inmerso en un proceso de regularización fiscal, en una especia de amnistía. Con eso hay un debate…
"Me ha sorprendido mucho que el que era ministro de Economía se haya visto inmerso en un proceso de regularización fiscal, en una especie de amnistía"
-¿Amnistía o regularización?
-Creo que no es una amnistía. Una amnistía significa que uno queda libre de todos los cargos. Aquí en todo caso se ha producido una amnistía de segundo grado. Se trata de una regularización porque realmente lo que se ha hecho ha sido aflorar el dinero pagando una parte de los impuestos que les correspondía. No la totalidad. Por eso es regularización.
-¿Amnistía parcial?
De alguna manera sí. No han pagado por lo que habrían pagado si hubieran declarado el impuesto sobre la renta en su momento. Han pagado una cantidad menor. En cualquier caso, me ha sorprendido que el que era mi ministro, y el de todos los españoles, se viera en esta situación. Jamás me lo habría imaginado.
-¿Eso va a afectar al PP en las elecciones?
Claro que le va a afectar. Rodrigo Rato ha sido vicepresidente del Gobierno. Es una cuestión evidentemente personal, no conocida por nadie hasta ahora, pero lógicamente afecta a la imagen del partido.
-¿Estaría usted a favor de cambiar la ley y publicar los nombres de los que se acogieron a la amnistía fiscal?
Es un tema complejo. Por un lado, desde el punto de vista de la transparencia, claro que sí, faltaría más. Por otro lado, es evidente que si se hace eso será la última vez que se produzca un proceso de regularización como este, porque es el contrasentido. Pero además, no se puede legislar con carácter retroactivo. Aunque para acabar con la corrupción sería bastante bueno que se conociera. Y tengo la impresión de que se acabará conociendo, seguramente a través de filtraciones.
Una imagen de la candidatura liderada por Pascual Fernández
-¿Cómo ve la recuperación? ¿El patrón de crecimiento es sostenible?
La situación de la economía española ha cambiado muchísimo en estos años. El año pasado tuvimos un dato absolutamente espectacular y positivo que fue la creación de medio millón de puestos de trabajo. Es algo que desde el punto de vista económico es difícil de entender, porque la economía creció un 1,4%. Sólo hay una manera de explicar esto: la reacción que tuvo el mercado laboral fue desmesurada, y estos años de crisis han provocado una auténtica locura en la economía porque se expulsó una cantidad de puestos de trabajo tan elevada que cuando nos hemos puesto en marcha, incluso algunos trimestres con tasas de crecimiento negativas durante 2013, se estaba aumentando la afiliación a la Seguridad Social. Eso pone de manifiesto que el mercado laboral español está muy desajustado. Pero el dato es muy positivo: no hay ningún organismo que no prevea que este año vayamos a crecer entre un 2% y un 3%. Eso demuestra que la solidez del crecimiento por lo menos este año va a ser una realidad. ¿Esto es para siempre? Desafortunadamente no lo podemos decir. Ojalá.
-¿Qué cree que hay que hacer para crear más empleo? ¿Políticas de austeridad o de inversión? ¿Qué recetas propondría?
Se han hecho reformas muy importantes pero hay una que ha quedado en el tintero. Se trata de la reforma de la administración. Es significativo que el sector público español todavía tenga un número de ocupados similar al que teníamos en 2008.
"Muchas veces el problema de los mensajes políticos es que, cogidos entre comillas, generalmente son tonterías"
-¿Hay que adelgazar la administración?
Sin ninguna duda. Hay muchas duplicidades. Se han hecho algunos avances pero no se ha entrado en el fondo del asunto. Hay mucha capacidad de actuación. Es una de las asignaturas pendientes en nuestro país.
-Hablemos de los nuevos fenómenos políticos. ¿Qué le parecen las propuestas de Ciudadanos y Podemos? Por ejemplo, la reforma fiscal de Ciudadanos. ¿Es viable?
Yo he trabajado en dos comunidades autónomas como director general de tributos y conozco un poco los temas de fiscalidad. La única forma de poder realizar una reforma fiscal es con un modelo y unas hojas de cálculo. Si ellos han hecho números detallados, no los he visto. Muchas veces el problema de los mensajes políticos es que, cogidos entre comillas, generalmente son tonterías. No lo digo con tono de crítica. Hace poco escuchaba que había que dejar de gastar 1.000 millones de euros en el AVE e invertirlos en I+D+i. Dicho así, suena a una reflexión absurda. Mil millones despilfarrados en el AVE frente a 1.000 millones gastados eficientemente en cualquier cosa, me da igual que sea I+D+i, por definición la alternativa es buena. La clave por tanto es la eficiencia de inversión.
-¿Considera que últimamente se están lanzando muchos mensajes políticos sin una reflexión detrás?
Si esos mensajes no se explican con detalle pueden ser tonterías inmensas o ideas geniales. A la reforma del IVA no le veo ningún fondo: no he visto qué esta debajo. Nos pongamos como nos pongamos, en la Unión Europea todos funcionamos con un modelo parecido. De pronto a alguien se le ocurre una idea genial, cambiarlo y ponerlo todo patas arriba y del revés. Se están lanzado muchos mensajes populistas.
-¿Cree que está entrando mucha gente en política sin experiencia, como en Ciudadanos y Podemos?
No me parece mal. Pero que no digan tonterías. A una parte de la opinión pública le parecerá genial. Pero todas las propuestas que no se pueden soportar económicamente no van a ningún sitio y es humo que se está vendiendo a los electores. Por ejemplo, los señores de Syriza en Grecia tienen todo el derecho del mundo a defender su planteamiento, pero es una pena que hayan trasladado a su población propuestas que es imposible que puedan cumplir. Hay cosas que por más que nos empeñemos…