Muface está viviendo la peor crisis de su historia, no cabe duda. Aunque su mayor reflejo es la inseguridad por el nuevo convenio, que por ahora sigue desierto, la realidad es que la inestabilidad viene de lejos. Si se analizan los datos al detalle, se descubre que los mutualistas están cada vez más descontentos con el funcionamiento de la mutualidad. Sólo el año pasado se registraron 3.628 quejas y reclamaciones por mala gestión de Muface o por posibles incumplimientos de las obligaciones de las entidades aseguradoras.
Si se distribuyen las quejas entre todos los días que tuvo el año 2023, se desgrana que se realizaron una media de 10 reclamaciones al día, un 10% más que el año anterior, cuando 'solo' se registraron 3.313, según queda recogido en las memorias anuales de Muface. Lo preocupante es que esto ha sucedido pese a que este año hay menos personas que han optado por Muface (1.080.360 en Muface frente a 1.095.393 del año anterior), por lo que no se puede establecer una relación entre el aumento de los beneficiados y el crecimiento de las reclamaciones.
En los informes de Muface, los autores diferencian entre quejas y reclamaciones. Las quejas son, junto con las sugerencias, "el elemento preciso y útil para conocer los problemas de funcionamiento administrativo percibidos por el colectivo mutualista y, de este modo, corregir y mejorar la actuación de la Mutualidad en la gestión de sus prestaciones, así como en sus acciones de información y comunicación". En ellas no se incluyen las quejas de la asistencia sanitaria contra una actuación de la entidad médica concertada ni los recursos interpuestos contra resoluciones administrativas dictadas por la Mutualidad en el ejercicio de sus competencias. En total Muface contabilizó 1.378 quejas.
Por otro lado, se encuentran las reclamaciones, en las que se recogen los problemas sanitarios que plantean las personas mutualistas con motivo del posible incumplimiento por la entidad de las obligaciones derivadas del concierto. La valoración de estas reclamaciones corresponde a las Comisiones Mixtas de seguimiento de los conciertos. En este sentido, cabe destacar que el número de reclamaciones presentadas en Comisiones Mixtas Provinciales sobre la asistencia sanitaria dispensada por las entidades concertadas, descendió un 1,62%, hasta las 2.250 reclamaciones.
En otro orden, la mutualidad también registra las reclamaciones y recursos formulados que se realizan contra sus actos y resoluciones administrativas. En el año 2023 se interpusieron 1.199 recursos y reclamaciones frente a los 1.148 del ejercicio 2022, lo que supone un aumento del 4,44%.
Reducción de la plantilla
Este aumento de las quejas y las reclamaciones se explica cuando se observa la reducción del número de trabajadores de Muface. Este Gobierno, que en parte parece estar dispuesto a acabar con la mutualidad, ha menguado significativamente la plantilla administrativa de Muface.
Sólo desde el 2018, cuando comenzó el primer Gobierno de Pedro Sánchez, el número de personas que desempeñan un puesto de trabajo en la mutualidad ha disminuido un 15% pese a que el número de mutualistas ha aumentado un 5%, dejando ya clara esa intención de acabar con la mutualidad.
A fecha de 31 de diciembre de 2023, la plantilla de Muface era de 716 personas. De ellas, 683 fueron personal funcionario (95,4%) y 33 personal laboral (4,6%), tal y como queda reflejado en los datos de la memoria anual de 2023, publicada hace apenas unos días en plena polémica por la sanidad de los funcionarios. Cinco años antes, en 2018, cuando Sánchez llegó al poder, la mutualidad contaba con 816 trabajadores, 100 más que este último año, de las cuales 738 fueron funcionarios (90,4%) y 78 personal laboral (9,6%).
El hecho de que cada vez haya menos trabajadores, conlleva, inevitablemente, que el sistema funcione cada vez peor, reflejándose en ese crecimiento de las quejas y las reclamaciones.