American Airlines y US Airways han anunciado oficialmente este jueves el acuerdo para su fusión, de la que saldrá la mayor aerolínea de Estados Unidos y pone fin al proceso de consolidación del sector en este país norteamericano.
La compañía operará bajo el nombre de American Airlines en su sede de Fort Worth (Texas), tendrá una capitalización de 11.000 millones de dólares y contará con una plantilla de 94.000 empleados. La nueva aerolínea operará 6.500 vuelos diarios con una flota de 950 aviones, nueve aeropuertos centrales, 187 millones de pasajeros cada año y una facturación anual de casi 39.000 millones de dólares.
El consejero delegado de US Airways, Doug Parker, llevará las riendas de la compañía, mientras que el responsable de American Airlines, Tom Horton, será presidente no ejecutivo del consejo de administración. La nueva aerolínea espera lograr un ahorro de más de 1.000 millones de dólares gracias a sinergias para 2015.
El acuerdo, adelantado la noche del miércoles por la prensa estadounidense, establece que los accionistas de US Airways recibirán un título común de American Airlines por cada uno que posean.
