Control pormenorizado de las comisiones en los cajeros. El Banco de España acaba de publicar esta semana una circular (aún en proceso de consulta) en la que detalla cómo las entidades podrán llegar a acuerdos entre ellas para establecer comisiones por la retirada de efectivo en sus distintas redes. La nueva regulación, que puede ser sometida a cambios, también determina que en el caso de que no se llegue a ningún acuerdo, serán las entidades titulares de los cajeros las que fijen en cada caso la comisión por disposición de efectivo.
El proyecto de circular, que viene a desarrollar el decreto ley aprobado el pasado 2 de octubre (que daba carta de naturaleza a las nuevas comisiones bancarias por retirada de efectivo de redes distintas a las del cliente), fija también unos estrictos plazos para comunicar al supervisor cada cambio que se lleve a cabo tanto por una entidad individual como por las distintas alianzas que puedan establecerse.
A cada nuevo acuerdo o tarifa por retirar efectivo, la entidades deberán avisar antes de 10 días hábiles
Todas las entidades deberán remitir al Banco de España, durante el mes de enero de cada año, un formulario estándar en el que se determinan los distintos acuerdos y comisiones aplicados en su red de cajeros. Además, deberán comunicar en cualquier momento del año aquellos cambios que se aprueben, tanto respecto de las distintas alianzas como de las comisiones que individualmente una entidad decida aplicar. Dicho formulario revisado se deberá remitir al BdE antes de pasados 10 días hábiles desde la firma del acuerdo o la decisión de aplicar unas nuevas tarifas.
"Las entidades que, con posterioridad a la fecha de entrada en vigor de esta circular, pasen a estar sujetas a su ámbito de aplicación deberán comunicar esta circunstancia al Banco de España y remitir el formulario que se recoge en el anejo de la presente circular, en el plazo de 20 días hábiles a contar desde el día siguiente a que se produzca el hecho que justifique la remisión de esta información", añade el borrador de nueva normativa, al que las propia entidades podrán presentar alegaciones.
La información, responsabilidad de los dueños de los cajeros
"Se ha considerado suficiente y preferible que la indicada información sea facilitada exclusivamente por las entidades titulares de cajeros al ser ellas parte en los acuerdos que, en su caso, se firmen o las que, en ausencia de acuerdos, determinarán la comisión a percibir de las entidades emisoras", explicita el supervisor en su documento.
Hasta el momento, han sido varios los movimientos llevados a cabo por las distintas entidades financieras españolas desde que a principios de 2015 Caixabank decidiera, de forma unilateral, comenzar a aplicar una nueva comisión para aquellos clientes de otras entidades que utilizaran su red de cajeros para retirar efectivo. Desde entonces, otros grandes bancos como Santander y BBVA se han sumado a la estrategia y también aplican tarifas por retirar fondos de su red a quien no es cliente.
Las entidades de menor tamaño, en este contexto, se han movido para promover alianzas que permitan a sus clientes gozar de redes de cajeros amplias y extendidas por todo el país. Es el caso, por ejemplo, de Sabadell, Bankia y las cajas de la red Euro6000, que han llegado a un acuerdo para que sus clientes puedan retirar efectivo de toda la red con tarifas preferenciales. Es el caso también de Popular, Bankinter, Deutsche, Laboral, Cajamar y las cajas rurales, que han alcanzado una alianza similar.
Un ataque a ING y EVO
La estrategia de la gran banca no ha ido encaminada a aumentar el cobro de comisiones a aquellos no clientes ("poniendo en valor" sus propias redes), sino que es sobre todo un ataque de todo el sector a la llamada banca electrónica o low cost, en particular ING y EVO, dos entidades que habían logrado arañar importantes cuotas de mercado gracias a su política de cero comisiones y de retirada gratuita de efectivo por grandes redes de cajeros.
La reacción de EVO no se hizo esperar, y anunció que la gratuidad de las retiradas de efectivo continuaría, asumiendo el coste el propio banco pero limitando las extracciones a un mínimo de 120 euros. En el caso de ING, con más de 4 millones de clientes, la estrategia ha sido más compleja hasta el momento. El banco de matriz holandesa ha llegado hasta el momento a sendos acuerdos con Popular y Banca March para que sus clientes puedan utilizar sus cajeros para retirar efectivo, si bien la propia entidad reconoce que está estudiando otras opciones (como abrir su propia red) para ampliar los cajeros disponibles.