Lleva lustros como accionista de referencia de Telefónica y ha sido tradicionalmente su socio tecnológico para el desarrollo de negocios online, comercio electrónico, sistemas de pago por internet y banca electrónica. Su proyecto más celebrado, la creación con Terra, la filial de la operadora, fue Uno-e, uno de los primeros bancos online, que se convirtió en un proyecto insignia.
Pues el accionista histórico (ahora posee un 5% de Telefónica) y socio tecnológico por excelencia se ha quedado fuera de la nueva alianza impulsada por la operadora para el desarrollo de nuevos negocios digitales. La compañía que preside César Alierta ha elegido al otro accionista de referencia, La Caixa (5%), y además al Santander para el desarrollo de esta alianza. El banco que preside Emilio Botín se cuela así en lo que hasta hace poco había sido el coto casi privado del BBVA.
Fuentes conocedoras de la situación confirman a Vozpópuli que hay malestar en varias áreas y departamentos de la entidad que preside Francisco González por haberse quedado fuera de esta alianza, con el agravante de que Telefónica ha elegido para sustituir a su tradicional socio a su competidor más directo, el Santander. Ha hecho tanto daño o más la elección del sustituto que el propio hecho de haberse quedado fuera de la alianza, dicen estas fuentes.
Áreas del banco como las de desarrollo de actividades de banca online, las de nuevas plataformas tecnológicas y las relacionadas con las relaciones institucionales y la reputación corporativa son las que más preocupación han mostrado por no estar en la nueva entente.
Fuentes del entorno del BBVA, por su parte, dejan claro que no hay nada anormal en que esta vez no se haya participado en esta alianza, "porque hay muchos proyectos en los que colaboramos y seguiremos colaborando con Telefónica y hay otros en los que no".
En esa línea se pronuncian en Telefónica, que recuerdan que la alianza recién creada "tiene las puertas abiertas para otros bancos y otras operadoras de telecomunicaciones".
Lo más grave ha sido la elección del sustituto, el Santander, el eterno rival del BBVA que además no es accionista de referencia de la operadora
Así las cosas, la macroalianza de Telefónica, Santander y Caixabank se centrará en el desarrollo de nuevos negocios en el mundo digital y es la primera alianza en Europa entre entidades financieras y una multinacional de las telecomunicaciones para innovar de forma conjunta, señalan las tres entidades.
El acuerdo prevé que la sociedad iniciará su actividad con la gestión de una comunidad online para facilitar la relación entre comerciantes y consumidores en materia de ofertas, descuentos y promociones. “Esta comunidad será una nueva herramienta para potenciar las ventas de los comercios”, aseguran.
Telefónica y sus socios señalan que la nueva compañía desarrollará una cartera digital en la que el cliente podrá guardar todas sus tarjetas que servirán tanto para su identificación en comercios como para realizar compras en la comunidad digital.
Asimismo, los tres socios buscarán desarrollar un servicio de pagos de dinero de persona a persona (P2P) a través del móvil para los miembros de la comunidad. En esta línea, los clientes particulares tendrán a su disposición un nuevo medio de pago: el servicio de pagos de persona a persona (P2P) a través del móvil. Con él, los usuarios podrán enviar dinero a otra persona de forma inmediata y segura, y sin necesidad de saber sus datos bancarios. Es decir, bastará con tener su número de móvil.
Al mismo tiempo, según han explicado, la nueva compañía tiene previsto acometer a corto plazo un proceso de expansión de su actividad a otros países, dada la extensa presencia internacional de los socios y la actual oportunidad de mercado para nuevos servicios ligados a la digitalización.
