De mal en peor, el derrumbe en la demanda de carburantes continuó en febrero pasado, pese a que los datos de finales de 2012 invitaban a un moderado optimismo; o al menos, a pensar que el final del túnel estaba algo más próximo, tras una caída acumulada de en torno al 20% en el consumo de productos petrolíferos desde el arranque de la crisis, hace ya un lustro.
Pero no ha sido así. De acuerdo con los datos provisionales publicados este martes por la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores), el consumo de carburantes de automoción retrocedió en febrero pasado un 12,3%. La demanda de gasóleo, el combustible más consumido, cayó un 12,3% y la de gasolinas, un 12,1%. Si se toman todas las variedades de gasóleo (incluyendo el de calefacción), la caída en febrero alcanzó el 15,4%, hasta 2,264 millones de toneladas.
Es la cifra más baja desde 1999 (cuando el peso del diésel en el parque automovilístico era muy inferior al actual) y en términos porcentuales, el descenso no tiene precedentes en la serie histórica de Cores, que abarca desde 1996. El retroceso ha estado influido por varios factores: el empeoramiento de la economía, los precios récord del combustible y razones estacionales, ya que febrero de 2012 fue bisiesto.
La crisis está todavía lejos de tocar suelo, aunque marzo apunta a una leve mejoría
Cores estima que el efecto calendario ha tenido un impacto de entre 2,8 y 3,1 puntos porcentuales en las cifras de febrero, que en el caso del combustible de automoción alcanza el 3%. Con independencia de los factores estacionales, fuentes del sector apuntan que la crisis está todavía lejos de tocar suelo e inciden en lo negativo de las cifras.
El director general de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), Álvaro Mazarrasa, considera los datos de febrero “muy preocupantes” y destaca la caída en el consumo de queroseno (casi un 17%), que, aunque ha podido estar influida por la huelga de Iberia, “se desmarca, por lo negativo, de la línea habitual”.
Mazarrasa no descarta una mejoría de los datos en marzo, gracias al efecto de la Semana Santa, que habría impulsado los datos del consumo privado de combustibles.
De hecho, el avance de salidas de productos petrolíferos recién publicado por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) recoge una caída (desestacionalizada) de sólo el 3,5% en gasolinas y del 1,8% en gasóleo A. No obstante, hay que tener en cuenta que en marzo del año pasado se vivió una huelga general, lo que distorsiona la comparación. Además, los datos de CLH corresponden a las salidas de las instalaciones de esta empresa (presente en Península y Baleares, pero no en Canarias), y no al consumo total de España.