A César Alierta le gusta jugar en Bolsa. Una muestra son las sucesivas adquisiciones de stock options que el primer ejecutivo de Telefónica ha realizado en los últimos años. Con ellas, lógicamente, pretendía ganar dinero, pero también conseguía dar un espaldarazo a la confianza del mercado en la compañía.
La última vez que Alierta adquirió opciones de compra sobre acciones de Telefónica fue en septiembre de 2011, cuando la cotización se situaba en alrededor de 12,5 euros. El ejecutivo compró 10 millones de stock options y apostó que los títulos se revalorizarían hasta los 18 euros el 20 de junio de 2014. Proyectaba, por tanto, una subida del 43% en menos de tres años, pero era un precio al que la compañía ya había cotizado.
Sin embargo, una vez más, la realidad no ha acompañado las expectativas de Alierta. Ni mucho menos. Porque los títulos de la operadora cerraron el pasado 20 de junio a 12,85 euros, es decir, apenas un 2,8% por encima que el nivel al que compró las stock options y más de un 40% por debajo del objetivo establecido (los 18 euros) para que hubiera ganado dinero.
Alierta pagó entonces una prima de 0,28 euros por cada opción de compra, lo que implicó un desembolso de 2,8 millones de euros. Por ello, para que la operación le hubiera reportado plusvalías, en realidad, la cotización debería haber superado los 18,28 euros (sin tener en cuenta los dividendos que la firma ha repartido en estos años).
A precios de mercado, el paquete de 10 millones de opciones sobre acciones tenía un valor de 128,5 millones de euros. No obstante, Alierta sólo ha perdido la prima que pagó al situarse la cotización por debajo del precio pactado, es decir, 2,8 millones de euros. Y no es la primera vez que Alierta se equivoca en sus apuestas.
El presidente de Telefónica también erró con las stock options que compró en 2007 y 2008 y que le reportaron pérdidas millonarias
En marzo de 2007, adquirió opciones de compra sobre 8,2 millones de acciones con vencimiento a cuatro años a un precio de 22 euros por acción, frente a los 15,8 euros a los que cotizaba entonces (+41%).
Un año después, en abril de 2008, cuando la acción alcanzaba los 18,6 euros, Alierta subió la apuesta al comprar dos millones de stock options con el mismo vencimiento pero a un precio de 30 euros. Implicaba un incremento del 61% y batir los 28 euros que tocó en el año 2000 y que aún hoy se mantiene como el techo de la operadora. En marzo de 2011, sin embargo, la cotización se situaba tan sólo ligeramente por encima de los 18 euros.
Obviamente, tampoco se cumplieron sus pronósticos y el primer ejecutivo de Telefónica se anotó unas pérdidas que no se pueden determinar porque no se hizo pública la prima que pagó, pero que el mercado estima en varios millones de euros.
Alierta es uno de los presidentes del Ibex que tiene una mayor participación en la empresa que dirige. En la actualidad, suma 4,4 millones de acciones, el 0,097% de Telefónica, que a precios actuales supone 52,2 millones de euros. De haber ejecutado los 10 millones de opciones, habría elevado su presencia al 0,3%.
La fórmula de las stock options es una fórmula muy utilizada en la teleco española para premiar a sus directivos. No en vano, la junta de accionistas aprobó en mayo pasado un nuevo plan de incentivos mediante la entrega de acciones a unos 1.300 directivos y consejeros ejecutivos con un valor máximo de 350 millones de euros.
Los fiascos de Alierta con las stock options también alcanzan a este tipo de planes. Sin ir más lejos, este verano tanto el presidente como otros varios centenares de altos mandos de la compañía no han podido ejercer la primera fase de un plan de incentivos valorado en 450 millones cuando se estableció en 2011. Alierta tenía asignadas 390.496 acciones que no ha podido anotarse, aunque aún podrá hacerlo, como el resto de directivos, en julio de 2015 y 2016.