El último o uno de los últimos. Uno de esos personajes singulares que poblaron los años de la Transición, gente con criterio, con carácter, con nervio y en muchos casos con sabiduría, de la empresarial-financiera y de la otra, tipos -me vienen ahora a

Revueltas bajan las aguas del Ibex, ese ramillete de grandes empresas a las que el Gobierno Sánchez decidió el martes gratificar con la extensión, durante un año más, del paraguas

El nuevo presidente de Banco Popular, Emilio Saracho, ya tiene al número dos que deseaba. Será el ex director financiero de Telefónica, Miguel Escrig, que salió a los pocos meses de tomar las riendas Álvarez-Pallete. Ambos coincidieron en Santander y han colaborado en sus etapas en la operadora y JPMorgan.

El representante del Ministerio Fiscal se ha apoyado en la sentencia del caso Alierta y en la instrucción del juez del caso Blesa para contradecir a los abogados defensores de las 'tarjetas black'. Como plato fuerte, ha recordado que "el funeral" del rescate a Bankia justifica todo el proceso y una condena

Con Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo director de orquesta, Susana Díaz compone su melodía contra Pedro Sánchez abriéndose a las confidencias con los grandes del Ibex. Los presidentes de Telefónica y de la Fundación Bancaria La Caixa son algunos de sus principales confesores. Este miércoles estuvo en Madrid.  

El nuevo presidente se gana la confianza de todo el consejo y de sus dos accionistas históricos y arma un plan para, en sólo tres meses, meter un buen tajo a la abultada deuda del grupo. Álvarez-Pallete colocará en bolsa hasta un 50% de Telxius, acelera la venta de un paquete accionarial de O2 y emite 1.000 millones en bonos para cerrar 2016 con niveles de deuda "aceptables".  

César Alierta ha dejado la presidencia de Telefónica y también va a dejar ese mismo cargo en el Consejo Empresarial para la Competitividad, el lobby creado por 15 grandes compañías y entidades para influir en Moncloa. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya está moviendo sus hilos para alzarse con el liderazgo del Consejo después de que tanto Juan Roig como Pablo Isla hayan declinado la invitación de Alierta de ocupar ese cargo.

César Alierta había pensado quedarse de presidente no ejecutivo de Telefónica, dejando en manos de su número dos la mayoría del poder ejecutivo y garantizando así una transición progresiva y tranquila. Pero finalmente optó por descartar esta opción y salir de la cúpula, con el objetivo de dar un firme mensaje a los inversores y a los gobiernos de los países en los que opera la compañía de que Álvarez-Pallete tendrá todo el poder y dará continuidad a la estrategia del grupo.