La mayoría de los integrantes del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el organismo creado por las principales empresas del Ibex 35 y del Instituto de Empresa Familiar (IEF) en 2011, apuesta por que César Alierta, ex presidente de Telefónica y gran impulsor de este lobby, siga liderándolo.
Según las fuentes consultadas entre los integrantes del lobby, la opción consensuada por la mayoría es que el empresario aragonés sea reelegido presidente del CEC, cargo que ocupaba desde su creación, en época de Zapatero, y que está en el aire desde que Alierta fuese relevado el pasado 8 de abril por José María Álvarez-Pallete al frente de Telefónica.
Los estatutos del CEC establecen que el líder del lobby debe de presidir una de las entidades que lo integran y Alierta ahora sólo es consejero de Telefónica y presidente de su Fundación.
Uno de los líderes del Ibex que más ha bregado por persuadir a Alierta para que siga como presidente del CEC ha sido Isidro Fainé
Pero la mayoría de sus socios (Telefónica, Acciona, ACS, Santander, BBVA, El Corte Inglés, Ferrovial, Grupo Planeta, Iberdrola, Inditex, La Caixa, Mango, Mapfre, Mercadona, Repsol y las empresas Barceló, Editorial Prensa Ibérica y Osborne, en representación del IEF) le ha pedido que siga al frente del CEC, según las fuentes consultadas.
Uno de los ejecutivos que más activamente le ha intentado convencer ha sido Isidro Fainé, presidente de La Caixa. Los dos altos directivos mantienen una estrecha relación y, tras la muerte de Emilio Botín, se han erigido como los principales líderes del lobby, uno desde Barcelona, con todo lo que eso implica, y otro desde Madrid.
Alierta, que inicialmente confió a sus íntimos que tenía pensado dejar el CEC, ha aceptado de buen grado la petición de sus socios, máxime en un momento político y empresarial en España marcado por la incertidumbre. Será la asamblea anual del lobby, que se celebrará previsiblemente después de las elecciones del 26J, la que aprobará la renovación, previo cambio de los estatutos.
El lobby empresarial lleva meses en 'stand by' tras la tensión que generó con Moncloa el hecho de que varios de sus líderes 'flirteasen' con Albert Rivera para alzarlo a la Moncloa
El Consejo de Competitividad lleva desde hace meses en situación de 'stand by', para evitar posicionarse en un momento de tanta incertidumbre política y tras los encontronazos con Moncloa. Desde el entorno de Mariano Rajoy se interpretó como una 'traición' que varios de los líderes del CEC flirteasen con Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, y lo 'convirtiesen' en el candidato del Ibex a presidir el Gobierno nacional.
Tampoco ha sido acogido de buen grado desde Moncloa la tibieza a la hora de fijar una posición firme y consensuada ante el desafío independentista catalán.
De ahí que finalmente, Alierta haya aceptado la petición de los grandes del Ibex de ser el hombre de consenso para recuperar los destartalados puentes con Moncloa, sea cual sea su futuro inquilino.
Desde que Alierta, de 71 años, dejó la presidencia de Telefónica, varios habían sido los altos ejecutivos del lobby 'tocados' (por él mismo y por otros miembros) para asumir la presidencia. Pablo Isla, presidente de Inditex, y Juan Roig, presidente de Mercadona, fueron dos de los 'tocados', pero ninguno aceptó, tal y como adelantó Vozpópuli a principios de abril.
También jugó sus bazas Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, que llegó a postularse para el cargo, pero no contó con los apoyos suficientes.