La deuda pública, que sigue batiendo récords año tras año, preocupa a las empresas españolas. Tanto es así que El Corte Inglés, una de las más grandes de nuestro país, alerta a sus inversores de que los niveles de endeudamiento de algunos países, como España, podrían suponer un problema para la estabilidad y el crecimiento de la compañía.
Así lo ha recocido el gigante de la distribución en un nuevo programa de pagarés vinculados a la sostenibilidad El Corte Inglés 2024, en el que se reconoce expresamente este problema. "Entre otros factores que afectan a la economía y a los mercados financieros en los próximos meses, se destacan como principales la volatilidad de los mercados financieros europeos y el incremento de los niveles de deuda gubernamental en algunos estados miembros de la UE", alertan en el citado informe presentado en Bolsas y Mercados de Valores, y en el que informan a los posibles inversores de las condiciones y riesgos.
No citan expresamente España, pero éste es uno de los países con mayor nivel de deuda pública y además representa el principal negocio de El Corte Inglés. Tal y como contamos en Vozpópuli, el endeudamiento del Estado se ha duplicado en la última década. Además, España registró en el segundo trimestre de 2023 una deuda pública equivalente al 105,3% de su Producto Interior Bruto (PIB). Esto le posiciona como el país más endeudado de la UE y muy por encima del promedio comunitario (81,5%), según los datos de Eurostat. Solo Grecia (163,6%), Italia (137%), Francia (112,2%) y Bélgica (108%) registraron cifras más altas de deuda respecto al PIB.
Por otro lado, la mayor parte de la actividad del Grupo El Corte Inglés es llevada a cabo en España, su país de nacimiento, donde el grupo tiene 1.145 tiendas, frente a 41 puntos de venta en Portugal y 504 en otros países. Es decir, que la deuda española representa una preocupación para el grupo.
Otros factores de riesgo para El Corte Inglés
El grupo desgrana varios riesgos que pueden afectar a la actividad del grupo, y que considera que deben conocer los potenciales inversores. Algunos de ellos van en la línea sobre la alerta de la situación política y económica de nuestro entorno, como esta del endeudamiento del Estado. Aparte de la volatilidad de los mercados, que han dado lugar a un contexto de incertidumbre macroeconómica con repercusiones económicas y financieras, también destacan en este sentido las guerras entre Rusia y Ucrania y el conflicto de Israel.
"Ciertas circunstancias expuestas podrían impactar negativamente en la evolución de la situación económica general y resultar en un ciclo económico desfavorable de los mercados en la que opera el Emisor (principalmente España y Portugal). En concreto, las condiciones económicas que afectan a la renta disponible de los consumidores, como condiciones empresariales, cambios en el mercado de la vivienda, disponibilidad de crédito al consumo, nivel del impuesto sobre la renta, impuestos indirectos (incluyendo IVA) y costes de combustible y energía, podrían reducir también el gasto general de los consumidores y afectar negativamente a la actividad del Grupo y, en última instancia, podría tener un efecto material adverso en la condición financiera y en los flujos de caja del Emisor", explican a los posibles pagadores.
En otro sentido, también destacan posibles riesgos relativos a las relaciones con proveedores externos y socios, otros relacionados con el establecimiento de restricciones al comercio y otros en relación a las materias primas y otros costes derivados de la fabricación, distribución y comercialización de sus productos.
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