Sólo hay una causa por la que las gasolinas no bajan a la velocidad y en una cuantía similar a la que lo hacen el crudo y las cotizaciones internacionales de los combustibles: los impuestos fijados por el Gobierno.
Es esa la tesis que defiende Antonio Brufau, presidente de Repsol, primera petrolera española que controla más de un 30% de la cuota de mercado de todas las gasolineras.
El ejecutivo de Mollerusa ha defendido este martes, en la presentación de la compra de Talisman Energy, que "del precio de la gasolina, la mitad son impuestos, y de ellos la mayoría son fijos salvo el IVA" y ésta es la causa que justifica que los consumidores españoles no se beneficien de las bajadas del petróleo (cotiza por debajo de los 60 dólares) ni de la cotización de la 95 y el diésel a nivel internacional.
Según el análisis elaborado por el equipo de Brufau, "con el barril a 100 dólares la gasolina cuesta 1,59 euros, pero si el barril cae a 10 dólares, su precio sería de 0,91 euros", de forma que el crudo cae diez veces, pero las gasolinas sólo dos veces, "porque la mayor parte del componente del precio son impuestos que no bajan y se los queda el Estado".
El presidente de Repsol salía así al paso de las críticas recibidas en las últimas semanas por varios ministros del Gobierno (Luis de Guindos -Economía- y José Manuel Soria -Industria-), que han acusado a las compañías petroleras de abusar del efecto pluma después de haber abusado durante muchos años del efecto cohete.
Gunidos y Soria han exigido a las petroleras que bajen más las gasolinas y dejen de aprovechar la coyuntura internacional para seguir aumentando sus márgenes de beneficio
Las gasolinas suben como un cohete cuando la cotización del barril se dispara, pero sin embargo, cuando el efecto es inverso y el crudo se desploma, como es el caso actual, las compañías reducen el precio a la misma velocidad a la que cae una pluma.
Esta metáfora convertida en máxima irrebatible si se sigue de cerca la evolución de los precios del crudo y de las gasolinas en España en los últimos años ha sido constatada y criticada en los informes de la propia CNMC, el superregulador cuyo último documento fue demoledor, lo que obligó al Gobierno, que se había mantenido al margen de la polémica sobre los combustibles, a dar la cara.
El informe de la CNMC, con datos cerrados de octubre, constata que “el precio de venta al público de la 95 en Península y Baleares disminuyó por cuarto mes consecutivo, un 3,4% hasta situarse en 1,371 euros por litro. Mientras que el precio promedio del gasóleo A disminuyó un 3%, respecto a septiembre, situándose en 1,29 euros por litro”. Hasta ahí todo bien, pero si se cruzan estos datos con las cotizaciones internacionales, se abre la brecha.
La CNMC advierte de que esas bajadas están lejos de las que registró la cotización internacional de referencia en ese mismo mes de octubre, que cayó un 9,1% en el caso de la 95 y un 6,9% en el diésel. Y todo ello aderezado con que “la depreciación del euro frente al dólar en el mismo periodo fue del 1,8%”.
Los márgenes brutos de la gasolina subieron un 5,1% en octubre, mientras su precio final sólo cayó un 3,4% pese al hundimiento de los precios del crudo, alerta la CNMC
Pero no queda ahí al cosa, porque en paralelo a esta situación, “es significativo que los márgenes brutos promedio que obtienen los distribuidores de gasolinas aumentaron en octubre con respecto a septiembre, situándose en 17,9 céntimos de litro para la gasolina 95 (+5,1%) y en 17,3 céntimos de litro para el gasóleo A (+3,4%)”.
De márgenes no habló ayer Brufau, al igual que tampoco lo hace ninguna de las otras grandes (Cepsa, BP y Galp), pese a que la CNMC lleva meses alertado de que el crudo baja, pero la gasolina mucho menos, mientras el beneficio que obtienen las compañías no para de crecer.
También hubo subidas de márgenes durante todo el año. El ministro Guindos ha instado a las compañías a que bajen más las gasolinas y no se aprovechen de las bajadas del petróleo para "engrosar sus márgenes".
La patronal AOP salió en defensa de Brufau horas después y dijo que es "erróneo e incorrecto" hacer comparaciones porcentuales entre la bajada del crudo y la de los combustibles
Brufau se defendió este martes de las andanadas de algunos miembros del Ejecutivo, de la CNMC, pero también del resto de partidos políticos y organizaciones de consumidores: "Las petroleras somos responsables, no jugamos con el precio. Máximo respeto a lo que dice Soria, pero ni esta casa ni nadie abusa del mercado".
En su ayuda ha salido unas horas más tarde la patronal del sector, AOP, que afirma que los precios de venta al público desde el 30 de junio al 15 de diciembre "han reflejado el abaratamiento del coste de aprovisionamiento, teniendo en cuenta la media de las cotizaciones internacionales".
Según AOP, la caída del crudo sólo afecta al 37% del precio final del gasóleo y al 31% de la gasolina 95%, con lo que según su planteamiento, "es incorrecto y erróneo hacer comparaciones porcentuales"