Repsol acaba de pactar la compra del 100% de Talisman Energy por 10.400 millones de euros por varios factores: estaba casi obligada a 'fundir' el cash obtenido por su precipitada salida de Argentina; los dueños de la canadiense andaban con prisas por vender por su difícil situación financiera y el excesivo apalancamiento; y porque el hundimiento de los precios del crudo por debajo de 60 dólares han provocado una importante caída en las valoraciones de las petroleras susceptibles de ser vendidas.
Pues este último factor, que tanto ha facilitado la adquisición de Talisman, también tiene un impacto negativo en las cuentas de Repsol y en la rentabilidad de una parte, no concretada aún, de sus yacimientos y de sus proyectos de exploración.
Como este mismo martes han reconocido Antonio Brufau, presidente de Repsol, y Josu Jon Imaz, consejero delegado, en la presentación de la OPA sobre Talisman, si los precios del barril de Brent se mantienen de forma estable por debajo de 60 dólares en las próximas semanas o meses, habría algunos yacimientos actuales en producción y algunos en exploración que podrían no ser rentables.
Los proyectos más costosos (aguas profundas, por ejemplo) podrían ponerse en jaque si el petróleo sigue en caída libre, contexto nada descartable debido a la nueva política de la OPEP y al tirón de los nuevos productores de crudo y gas no convencional, con EEUU a la cabeza.
Si el precio del barril no repunta en 2015, habrá pozos tanto de Repsol como de Talisman que podrían rozar los umbrales mínimos de rentabilidad
Y claramente, las prospecciones en Canarias sería uno de los proyectos de Repsol más afectados por esta situación que tan bien está viniendo a la economía española y al bolsillo de sus ciudadanos.
Imaz ha confirmado que "en un periodo de cuatro a seis semanas sabremos si hay o no hidrocarburos" bajo las aguas del archipiélago y que por ahora no se puede saber si producir petróleo frente a Fuerteventura sería rentable o no a los actuales precios. "Los precios que importan no son los de ahora sino los de dentro de seis o siete años", cuando podría comenzar a producir petróleo el yacimiento en caso de que se halle tan preciada materia prima.
Pero "ni nosotros [Repsol] ni el mercado descontamos unos precios en esos niveles para entonces".
El problema es que si al factor de incertidumbre del precio del barril y al alto coste de sacar crudo de las profundas aguas del Atlántico se le une ahora el nuevo impuesto que implantará el Gobierno a la producción de hidrocarburos en tierras y aguas españolas, la posible rentabilidad de la apuesta canaria de Repsol saltará por los aires.
Al factor del alto coste de producir en aguas profundas se une la incertidumbre del precio del barril de crudo y ahora el nuevo impuesto que implantará el Gobierno
El propio Brufau ha reconocido este martes que el nuevo impuesto "sí que e afecta a la rentabilidad" de los sondeos en aguas canarias. "Nos da un poquito de preocupación que un tema de esta magnitud se produzca cuando el proyecto ya está en marcha", por lo que ahora habrá que analizar "si el proyecto puede llevarse adelante con estos condicionamientos fiscales".
Verde y con asas: Repsol se somete a la disciplina fiscal del Gobierno, pero si tiene que pagar un tasa del 8% por encontrar petróleo o gas en España, y concretamente en Canarias, la rentabilidad del proyecto se hundirá en las propias profundidades del Atlántico.
El nuevo gravamen se discutirá en el proceso parlamentario del anteproyecto de modificación de la Ley de Hidrocarburos que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes. "Lo razonable" para el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, sería seguir los pasos de Italia e implantar una tasa del 8%, que se repartiría entre la comunidad autónoma y los municipios en cuyas tierras o aguas se encontrase petróleo o gas.
Repsol critica al Gobierno por imponer la nueva tasa ahora, en pleno proceso de exploración y cuando la ciudadanía canaria y su gobierno autonómico se han echado encima de la petrolera
Un gesto del Ejecutivo destinado a aplacar la ira de buena parte de los ciudadanos canarios, su actual Gobierno (Paulino Rivero) y la mayoría de organizaciones políticas, sociales y ecologistas, pero que a Repsol ha sentado a cuerno quemado.
"No se descarta para nada que ante la nueva situación, Repsol dé marcha atrás en sus prospecciones si detecta que el reservorio que va a perforar en las próximas semanas no alberga petróleo o gas suficientes para rentabilizar su producción ante la nuevas situación", afirma una fuente del sector petrolero.
Adicionalmente a lo que ocurre en España, podría haber proyectos en los que están enfrascados actualmente tanto la propia Repsol como Talisman Energy que podrían no ser rentables si el precio del crudo no repunta al alza en 2015, si bien los altos ejecutivos de la española invitan a esperar para ver qué evolución sigue el crudo el próximo año.