Cerca de 150 directivos de NH Hoteles se han quedado sin derecho a disfrutar de un plan de ‘stock options’ valorado en más de 64 millones de euros aprobado justo antes del estallido de la crisis, como consecuencia del desplome sufrido en los últimos años por la cotización bursátil de la cadena hotelera.
El plan se aprobó en la Junta de accionistas de NH de mayo de 2007, con la acción de la cadena hotelera cerca de máximos históricos, e implicaba la entrega de un total de 3,79 millones de opciones sobre acciones a un precio de ejercicio de entre 15,27 euros y 17,66 euros, un nivel que la cotización de NH nunca llegó a alcanzar en los seis años de vigencia del plan.
De esos 3,79 millones de acciones sujetas a ese plan de retribución ligado a la cotización de NH, cerca de 2,7 millones iban destinados a los 35 máximos responsables del grupo y el resto, a otros 115 directivos o asimilados.
Sin embargo, tal y como ha explicado el grupo en sus últimas cuentas anuales, el periodo para la liquidación del plan concluyó en mayo pasado pero “ninguno de los derechos vivos fueron ejercidos” al no alcanzar la cotización el nivel mínimo exigido, con lo que los derechos caducaron.
En NH, a la vista de la crisis económica y de las turbulencias que atraviesa el sector hotelero, inmerso en una guerra de precios que ha minado la rentabilidad del negocio, sabían desde hace tiempo que los objetivos del plan de 2007 eran absolutamente imposibles de cumplir.
De hecho, buena parte de los directivos de aquella época ya no están en la empresa, empezando por el que entonces era el presidente y consejero delegado, Gabrielle Burgio, que tenía derecho a recibir 600.000 títulos y que en marzo de 2011 dejó la cadena con un blindaje de 5,4 millones de euros, tras 18 años al frente del grupo.
Así, a diciembre de 2012 ya sólo había algo más de 2 millones de acciones susceptibles de ser entregadas.
Para cubrir las posibles responsabilidades financieras derivadas del eventual ejercicio del plan, NH firmó un contrato de permuta financiera que se liquidó en noviembre pasado por un importe de 30,6 millones de euros.
Lo irónico es que, con ello, la empresa (que el año pasado perdió cerca de 30 millones de euros) ha maquillado algo su cuenta de resultados, ya que la variación del valor razonable de ese equity swap hasta la fecha de liquidación ha supuesto un efecto positivo de 9,5 millones de euros en la cuenta de pérdidas y ganancias.