La política energética del Gobierno naufraga en sus principales frentes. Los últimos datos oficiales del déficit de tarifa correspondientes a 2013 confirman que el desfase entre ingresos y gastos del sistema eléctrico sigue descontrolado. Van ya 3.682 millones de euros de déficit acumulado y aún queda la última liquidación para cerrar las cuentas de 2013, de forma que el desequilibrio podría llegar a los 4.000 millones cuando la CNMC realice la liquidación pendiente, la número 14. Así, el déficit acumulado total se pondrá por encima de los 33.000 millones de euros, una gran bola de nieve que cada vez parece más ingobernable y que ni el Gobierno de Zapatero ni el actual han sido capaces de erradicar.
El objetivo que se marcó el Ministerio de Industria y Energía para eliminar el déficit de tarifa en 2013 y dejarlo en cero se ha visto truncado por la negativa del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a aportar el crédito extraordinario de 2.200 millones previsto, más los 900 millones correspondientes a los costes extrapeninsulares (producción de energía en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla y unos ingresos adicionales que rondarían los 500 millones.
Todo saltó por los aires a finales de noviembre tras el "no" de Montoro y su compañero de Gabinete al frente de Industria, José Manuel Soria, puso en marcha un recorte adicional al sector renovable que perseguía alcanzar unos ahorros de casi 2.200 millones de euros en el pago a primas a las energías verdes, lo que vendría a tapar el agujero dejado por el crédito especial no concedido por Hacienda. Y ahí también el Ejecutivo ha encallado, no sólo por haber puesto patas arriba a todo el sector renovable, y en especial al eólico, puntal básico del funcionamiento del sistema eléctrico, sino también por sus objetivos no se van a cumplir.
Aún queda una liquidación por cerrar y el déficit de tarifa de 2013 se acerca ya a los 3.700 millones, con lo que el acumulado se disparará por encima de los 33.000 millones, una bola de nieve que se demuestra ingobernable
Según las fuentes del sector consultadas, "el nuevo ajuste renovable será previsiblemente de 1.800 o como mucho 2.000 millones de euros, pero nunca llegará a los 2.200 millones que perseguía Soria. El objetivo principal del amplio recorte era arañar esa cantidad de lo más de 9.000 millones de euros que cada año cuestan las renovables y el régimen especial al sistema, pero el Ejecutivo va a tener que ceder y suavizar el ajuste, después del escándalo provocado".
Según las fuentes consultadas, el nuevo sistema para fijar los estándares de retribución a todas las tecnologías renovables "será algo más benévolo con dos de los sectores más afectadas, el eólico y la cogeneración, lo que dejará el ajuste por debajo de los 2.000 millones de euros". La virulencia del primer borrador de Orden Ministerial sobre los parámetros de inversión para fijar la retribución, el secretismo con el que se ha llevado su desarrollo y la poca capacidad de maniobra de las empresas afectadas ante la posición refractaria de Industria ante cualquier influencia externa, hacía presagiar lo peor, un duro "palo" a tecnologías que hasta ahora no habían sufrido fuertes recortes como sí lo han sufrido los sectores fotovoltaico y termosolar.
La CNMC aprueba hoy el informe sobre los parámetros de inversión y el nuevo sistema de retribución a las renovables, mientras Industria podría suavizar algo su ajuste, dejándolo en entre 1.800 y 2.000 millones de euros
Pero según los expertos, Industria va a ceder algo y podría dejar el ajuste en poco más de 1.800 millones. La CNMC aprobará hoy su informe sobre ese borrador tras el análisis de los parámetros de inversión de las diferentes tecnologías y las 600 alegaciones presentadas por las partes interesadas. A partir de ahora, el borrador vuelve a Industria, que obviamente tiene la última palabra. El Ministerio juega con ventaja porque no ha movido fuera los informes de las consultoras Roland Berger y Boston Consulting ni el del IDAE, volcados todos ellos en sustentar con parámetros técnicos los 2.200 millones que inicialmente buscaba el ministro para tapar el agujero dejado por Montoro.
"No se ha afrontado el problema de fondo con el sector renovable y su alto coste, así como con el resto de los desequilibrios del sistema. Lo que se ha hecho es parchear una vez más el modelo de funcionamiento de las renovables en España y todo a cambio de un cabreo generalizado de todo los sectores, y especialmente de empresas tan poderosas como Iberdrola y Acciona, que nunca imaginaron que Industria sería capaz de atacar tan frontalmente al eólico, pieza clave del sistema y de contribuir a la bajadas de los precios de la electricidad", analiza otra fuente.
"La única forma de atajar directamente el problema del déficit de tarifa es aplicar una quita a las compañías eléctricas, tanto a las tradicionales como a las del sector renovable, y meter importantes subidas en el recibo de la luz, algo que ningún Gobierno hasta ahora se ha atrevido a hacer", defiende otra fuente.
Los bajos precios de la luz en el primer trimestre han sido un espejismo y a partir de ahora el recibo volverá a subir, ya con el nuevo sistema de cotización diaria en funcionamiento aunque con limitada aplicación
Y es ahí, en el recibo de la luz y en el nuevo sistema para fijar los precios de la electricidad, donde radica el otro gran problema que se avecina. La precio de la luz será más volátil y estará más influenciado por factores externos, algunos internacionales como las subidas del precio de las materias primas por conflictos como el de Ucrania. Cotizará cada hora y los consumidores no sabrán qué precios medios habrá en los meses venideros.
Los expertos vaticinan importantes subidas en el recibo tras la eliminación del sistema de subastas. "La situación actual no es real. Soria 'vende' las bondades del nuevo sistema con las bajadas que se han producido en los últimos meses, que permitirán devolver 300 millones de euros cobrados demás a los consumidores, pero la verdad es que los precios están en mínimos históricos por varios factores: materias primas energéticas más baratas, un invierno con mucha agua y viento, con las hidroeléctricas y las eólicas empujando los precios a la baja, y todas las nucleares, excepto Garoña, a pleno funcionamiento. Pero esta situación no se va a dar en el verano y los precios tenderán a subir", señala un experto consultado.
Soria ha presumido estos días de que con las subastas, los precios estaban a 62 euros el MW/h, pero gracias a las medidas del Gobierno y al funcionamiento del mercado, éste ha quedado reducido a 26 euros el MW/h, "un precio ficticio que no se va a dar en el futuro", según este experto.
Así que lo que se presumía iba a ser una gran reforma del sector eléctrico, que atajaría de raíz sus principales problemas y desequilibrios, se ha visto reducida a un parcheo que ha cabreado a todos, un déficit que se vuelve a demostrar descontrolado, una ajuste renovable que traerá una nueva avalancha de demandas y arbitrajes contra el Estado y que ha provocado que gigantes como Iberdrola o Endesa hayan anunciado que invertirán lo mínimo exigible en España para centrarse en mercados más atractivos y seguros y un recibo de la luz que tras "disfrutar" del espejismo del primer trimestre volverá a subir durante 2014.