Los grandes accionistas de Repsol han decidido hacer caja con el dividendo complementario de la petrolera, que este año se ha podido cobrar por primera vez en acciones y no sólo en efectivo, como hasta ahora.
A diferencia de La Caixa y Sacyr, Pemex ha desechado el pago en metálico, según confirma un portavoz de la empresa en México. Recibirá 3,3 millones de acciones de Repsol, con un valor de 41,1 millones de euros a los precios del viernes pasado. No obstante, en el mercado se asegura que la intención de la mexicana es vender esos títulos (la totalidad o una parte), que empezarán a cotizar el próximo viernes.
De momento, y mientras se confirme esa venta (la petrolera estatal, que vive un momento de transición tras las elecciones mexicanas, no comenta este asunto), la participación de Pemex en Repsol no habría sufrido dilución por lo que se mantendría en el 9,49%.
A los otros dos accionistas relevantes, La Caixa y Sacyr, no les ocurrirá lo mismo: al haber optado directamente por el cobro en metálico (que tiene unas condiciones fiscales menos ventajosas, pero implica una liquidez muy preciada en estos días), su participación cae ligeramente. En el caso de La Caixa, pasa del 12,82% al 12,45%; y en el de Sacyr, cae del 10,01% al 9,7%.
La ligera dilución del núcleo duro de accionistas de Repsol contrasta con lo que ha decidido la mayoría del capital de la petrolera. Un 63,64%, más de lo esperado por la compañía y por el mercado, ha optado por el pago en acciones. En ese porcentaje se incluye el 5% de autocartera de Repsol, que legalmente no podía cobrar en efectivo por esa participación, que adquirió en diciembre pasado, tras la ejecución por parte de los bancos acreedores de un 10% hasta entonces en poder de Sacyr. La petrolera mantiene fuertes minusvalías en ese paquete, que tiene intención de vender: pagó 1.285 millones y el viernes pasado su valor no llegaba a 750 millones.
Según Citi, Repsol se ha ahorrado unos 460 millones con la fórmula del scrip dividend, que ha requerido la emisión de más de 35 millones de acciones, mediante una ampliación de capital del 2,89%. Si todos los accionistas hubieran cobrado en 'papelitos', por utilizar la jerga del mercado, la ampliación habría sido del 4,5%.
En un informe publicado el pasado viernes, Citi insiste en que La Caixa y Sacyr, pese a considerar "estratégica" su participación en Repsol, podrían reducirla para atender sus necesidades de liquidez.
Haya o no ventas, no es descartable que la participación de los grandes accionistas siga diluyéndose. Dentro de su plan de reducción de deuda, la petrolera prepara una emisión de bonos obligatoriamente convertibles en acciones que canjeará (ampliación de capital mediante) por las preferentes que actualmente tiene en circulación, que suman 3.000 millones de euros.
Citi espera que la petrolera ingrese "pronto" 500 millones de euros mediante ventas de activos, dentro del programa de desinversiones y reducción de deuda que se ha marcado en su nuevo plan estratégico, presentado tras la expropiación de YPF.