El pacteo lácteo firmado el pasado 23 de septiembre en el Ministerio de Agricultura, que reunió a la amplia mayoría del sector primario, industrial y de distribución, no está siendo cumplido a rajatabla por las empresas que se adhirieron voluntariamente y en algunos casos, se está ignorando del todo. Así lo reivindica Agricultura, que ha señalado como, 6 meses después de que se firmara ese compromiso a bombo y platillo (con foto de familia incluida), algunas empresas no están cumpliendo algunos de sus puntos más importantes. Concretamente, se está incumpliendo especialmente el compromiso de señalar cual es el origen de la leche, tanto en apariciones publicitarias como en los propios envases. Mientras que hay compañías que sí que cumplen (Lauki, Pascual o Feiraco), el Ejecutivo señala que en campañas publicitarias en medios audiovisuales "nunca se ha constatado la mención del origen en algunas marcas, como Covap, La Lechera, Puleva, President, Kaiku y Nestlé, las cuales suman un total de 4.184 apariciones".
Así se lamenta el Ejecutivo: "Se registra todavía un bajo nivel de seguimiento del compromiso de indicar el origen de la leche, tanto por parte de la industria como por parte de la distribución. Hay una cierta mejoría, en algunos de los formatos de comunicación, pero en líneas generales se puede señalar que solo se indica dicho origen en el entorno del 30% de los envases. Constituyendo esta cuestión uno de los puntos sobre los que habrá que insistir de forma especial en estos próximos meses". Esta 'recomendación' para indicar el origen de la leche es una medida de presión indirecta arrancada por los ganaderos para que la industria y la distribución tengan que comprar leche española, en muchas ocasiones menos competitiva que la leche francesa.
Menos consumo... y suben los precios
Los desequilibrios del mercado intervenido en el que se mueve la leche quedan claro en el informe dado a conocer por Agricultura este mismo viernes. Por una parte, el consumo ha caído más de un 10,6% en enero respecto a 12 meses antes, esta caída no permite saber si hay una tendencia al menor consumo de leche de vaca pero podría ser la presión de otros sustitutivos como las bebidas de soja, avena o almendra. Pero a pesar de la caída en ventas, la producción de las granjas españolas ha creido más de un 2% en lo que va de año merced a la liberalización del mercado y al fin de las cuotas lácteas que se produjo en abril de 2015. Sorprendentemente, estos dos factores, en lugar de causar una bajada en los precios, han coincidido con una subida de los precios de la leche para el consumidor.
"La producción continua aumentando en nuestro país, habiendo tenido un incremento del 2% en el pasado año, algo inferior al 2,5% del aumento medio registrado en Europa. Pero dichos valores se están viendo superados, ya que se está registrando una aceleración en el ritmo de crecimiento en los últimos meses. Con todo ello, la producción española en los doce meses últimos ya se sitúa en las 6,9 millones de toneladas. Esta tendencia dificulta la mejora de la situación, ya que se incrementan las dificultades para la colocación de la producción. El precio percibido por el ganadero ha registrado en el mes de febrero, último mes disponible por el FEGA, una reducción del 0,6%, respecto de enero, lo que sitúa el precio medio mensual en los 0,306 €/l. La tendencia registrada por el precio en nuestro país está haciendo que nos aproximemos a la media comunitaria y que incluso en los dos últimos meses nos encontremos por encima de esta media".
Gracias al acuerdo lácteo se ha conseguido que apenas sea posible encontrar ya en los lineales de los supermercados litros de leche por un precio inferior a 60 céntimos, mientras que el inferior a 55 céntimos "prácticamente ha desaparecido desde julio de 2015".
En este cuadro puede verse cómo la leche más barata ha ido desapareciendo de las tiendas españolas durante los últimos meses.