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Palo al plan electoralista del Gobierno: la ola de calor dispara en 22 euros el precio de la luz

El Gobierno, en un gesto electoralista, bajará los peajes el 1 de agosto, pero el recibo subirá irremisiblemente durante lo que queda de año porque la ola de calor ha disparado el precio del MW/h a 67 euros, 22 euros más que hace mes y medio.

 

 

  • Unos niños se refrescan en Bilbao.

La cruda realidad de este insufrible verano va a truncar los planes electoralistas del Gobierno, que se ha apresurado ya a anunciar una bajada de los peajes (costes regulados del sistema que pesan un 40% en el recibo de la luz) a partir del 1 de agosto y otra para comienzos del año que viene, para que los consumidores/votantes paguen menos en su factura.

Pero la ola de calor no va a permitir que así sea. El uso intensivo de los aparatos de aire acondicionado desde mediados de junio y la mejora de la situación económica han provocado un aumento de la demanda eléctrica no vista en los últimos cuatro años.

Según los datos de Red Eléctrica, la demanda está subiendo, semana a semana, por encima del 10% (un 13% en la primera quincena de julio), esencialmente, por el alto consumo derivado de la ola de calor que ya encadena varias semanas seguidas. Y ¿cómo está cubriendo el sistema eléctrico estos picos de demanda estival? Pues con la entrada en producción y a destajo de las centrales térmicas de carbón y gas (ciclos combinados), las tecnologías más caras que fijan el precio máximo en el mercado mayorista 'pool'.

Según los datos de OMIE, el gestor del mercado mayorista de electricidad, el precio del megavatio/hora (MW/h)para este sábado es de 67,10 euros, lo que supone un incremento del 50,3% sobre los 44,63 euros a los que cotizó el 1 de junio pasado.

La demanda eléctrica está subiendo a ritmos superiores al 10% en las últimas semanas por la ola de calor y por la mejora de la situación económica

El precio mayorista de la luz se ha incrementado en la friolera de 22,47 euros en poco más de mes y medio, por el alto peso que tienen en el sistema las tecnologías más caras y también contaminantes (gas y carbón).

El precio mayorista es el que sirve de referencia para la fijación del precio final de la luz, que además a partir del 1 de agosto (lo empezarán a hacer algunas compañías como Viesgo) comenzará a cotizar diariamente tras la supresión del polémico sistema de subastas Cesur.

Esta es la parte no regulada del recibo, que el Gobierno no puede controlar y representa otro 40% en el cómputo total de la factura que pagan hogares y empresas. Así que con el subidón provocado por la ola de calor, la luz va a ser más cara en los próximos meses.

El Ministerio de Industria podrá compensar esta subida de precios mayoristas con la bajada de los peajes prevista, pero, según los expertos, es imposible conseguir una reducción del 2,2% a partir del 1 de agosto, tal y como ha prometido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Además, en lo que va de año y antes de que llegara la ola de calor, los precios del pool ya estaban en niveles superiores a los de 2014.

Con la eólica bajo mínimos, el gas y el carbón trabajan a destajo y fijan los precios más caros, con lo que el MW/h se ha disparado un 50% desde el 1 de junio

Este 2015 ha sido y va a ser un año de precios altos y los consumidores lo notarán en su factura cada dos meses, señalan los expertos, por mucho que el Gobierno intente amortiguar este impacto.

Se da la circunstancia, agravante en este caso, de que con las altas temperaturas, la producción eólica pierde eficiencia dado que las masas de aire caliente tienden a elevarse y los molinos ven reducida su actividad.

De ahí que, según los datos de REE, este viernes la eólica ha aportado sólo un 13,2% al mix eléctrico, mientras que el carbón supone un 23%, los ciclos combinados de gas un 13% y la nuclear un 18%.

Cuanto más eólica entra en el sistema, más bajos son los precios finales de la electricidad. Con el carbón y el gas ocurre todo lo contrario, fijan los precios más altos del pool.

También la producción fotovoltaica sufre, paradójicamente, los efectos de las muy altas temperaturas, porque aunque su fuente es el sol, las placas se bloquean por seguridad si las temperaturas superan unos niveles establecidos.

Así las cosas, cuanto más se usen este verano los aires acondicionados más caro será el recibo de los próximos meses.

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