Los sindicatos temen que Bruselas trate de imponer en toda la banca nacionalizada el despido según la reforma laboral, con una indemnización de 20 días por año trabajado. Eesta medida afectaría a Bankia, Catalunya Caixa y Novagalicia.
Según la agencia Europa Press (EP), que cita fuentes sindicales, esta puede ser una de las exigencias de la Comisión Europea a cambio de liberar la ayuda de 37.000 millones de euros para la recapitalización de las entidades nacionalizadas. El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha adelantado que las entidades que reciban ayudas tendrán cinco años para reducir sus plantillas y el número de sucursales.
El sindicato Comfia-CC.OO. ha denunciado la posición "sectaria y doctrinaria" del Banco de España durante las negociaciones de los planes de reestructuración de las entidades controladas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en las que trata de imponer los principales preceptos de la última reforma laboral.
De Guindos ha indicado que los planes de recapitalización de las entidades nacionalizadas ya han recibido el visto bueno del Banco de España. Según EP, fuentes de una de las entidades implicadas se limitan a remitirse al próximo miércoles, cuando el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, hará públicas las líneas de reestructuración de la banca rescatada.
Precedente en el Banco de Valencia
Los sindicatos fundamentan sus temores en el ERE realizado por el Banco de Valencia y avisan de que imponer 20 días de indemnización para las salidas laborales en las entidades nacionalizadas podría causar un conflicto. Asimismo, advierten de que esta medida podría llevar a un aumento de los costes de la extinción de contratos, ya que, en este caso, interpondrán recursos ante los juzgados que podrían acabar reconociendo la improcedencia del despido, en cuyo caso el grueso de las indemnizaciones aumentaría a 45 días por año trabajado.
Para los sindicatos, existe "margen de maniobra" para articular planes específicos en cada una de las entidades nacionalizadas, al tiempo que han criticado que el Banco de España se niegue a aplicar alternativas de mayor flexibilidad interna o incluso de recolocación de personal.