Santander vendió el pasado 13 de diciembre su paquete de deuda en la cadena hotelera Silken, propiedad de la cadena Urvasco, de Antonio Iraculis, a Bank of America Merrill Lynch. El paquete ascendía a 30 millones de euros y se ha adjudicado con un descuento del 50%, según figura en documentación de EBN banco, grupo que asesora en el proceso de venta y refinanciación, y confirman desde la firma financiera española que preside Emilio Botín.
Esta operación puede dificultar la compra firmada por la compañía Tierra Ibérica Handels, registrada en Alemania, que el pasado 2 de diciembre firmó en Berlín un acuerdo de adquisición de Silken, condicionado a un acuerdo con los bancos acreedores que incluye, evidentemente, una fuerte quita de deuda. Fuentes de mercado indican que Tierra Ibérica pertenece al jeque Abdullah Al Thani o, al menos a su entorno. Al Thani es miembro de la familia real de Qatar, conocido en España sobre todo por controlar el equipo de fútbol Málaga CF. Sin embargo, también se comenta que el mismo grupo de Al Thani es el misterioso financiador de Blue Bay, marca hotelera que en el pasado fue de Marsans, de la que no se sabe a ciencia cierta quién está detrás, pero que en el reciente Fitur ha presumido de mega stand y que esponsoriza, además, al Málaga FC, como puede verse en su página web.
Ese contrato se firmó el pasado 2 de diciembre y el 11 del mismo mes se comunicó a los acreedores el nombre del comprador, algo que no debió convencer a Santander, que vendió su parte dos días después.
Venta por paquetes
Mientras tanto, el banco de negocios Irea está trabajando para vender, a su vez, paquetes de deuda de Silken. Vozpópuli ya informó recientemente de que los fondos buitres estaban sobrevolando carteras de deuda hotelera.
De todas formas, es más que complejo que prospere una oferta en bloque por Silken, entidad que tiene 17 hoteles en propiedad y otros 14 bajo gestión y, de ellos, cinco en régimen de alquiler, como figura en alguna documentación enviada a posible inversores. En Madrid, su referencia es el hotel Puerta de América, donde han tenido lugar algunas de las reuniones con acreedores.
Dicha documentación recoge la oferta “perteneciente a un grupo inversor catarí”, y reconoce una deuda 497 millones a un pool de bancos que ronda la veintena y entre los que se encuentran Sabadell, BBVA, Popular, Bankia o La Caixa entre los grandes acreedores, además de Santander, que ya ha salido.
Todo ello, para un grupo con un Ebitda de apenas dos millones de euros, es decir, una asfixia financiera total. En teoría, la oferta sigue viva, pero a tenor de las cifras, es complicado que salga adelante. De momento, Santander ha puesto un rasero: 50% de quita de deuda. Silken no contestó a la llamada de Vozpópuli.
Sector en crisis
La situación del sector hotelero en España es crítica. Al igual que el sector inmobiliario, muchas relevantes cadenas parecen condenadas a caer en manos de los bancos, que literalmente no saben qué hacer con tantos establecimientos.
La llegada al sector de inversores procedente del ladrillo, el hiperapalancamiento de todas las cadenas y la connivencia con los poderes políticos locales que han insistido en dar ayudas para que se abrieran centros en sus localidades, han generado una sobreexposición en toda España, muy superior a la que es capaz de absorber el mercado. Habrá una reordenación del sector y seguramente dramática.