Standard & Poor's (S&P) ha retirado a la filial portuguesa de Santander, Santander Totta, y al Banco BPI, controlado en un 84,51% por CaixaBank, del bono basura al subirles un escalón su calificación crediticia, gracias a la mejora de la deuda soberana lusa, según ha apuntado la agencia en un comunicado.
En concreto, S&P ha mejorado la calificación de la deuda a largo plazo de ambas entidades desde 'BB+' hasta 'BBB-' con perspectiva "estable", lo que implica dejar atrás una nota de solvencia en grado de especulación o calidad cuestionable y entrar así en grado de inversión o calidad aceptable.
Esta decisión se produce tres días después de que la misma agencia haya mejorado la calificación de la deuda soberana portuguesa, convirtiéndose en la primera calificadora que recomienda la inversión en los títulos lusos. A esto se le une la retirada del procedimiento de déficit excesivo por parte de Bruselas el pasado mes de mayo y que refleja una visión más optimista del escenario macroeconómico en Portugal.
En este sentido, la mejora de la calificación soberana del país, que fundamentalmente corresponde al fortalecimiento económico y presupuestario, así como por el retroceso de los riesgos del marcado deterioro de las condiciones de financiación, ha permitido incorporar un mayor grado de apoyo para algunos bancos, ha señalado S&P.
En este sentido, en cuanto a Totta Santander, S&P ha señalado que su condición de subsidiaria de Banco Santander le otorga una posición "altamente estratégica", ya que su matriz es un banco con un "sólido compromiso financiero a largo plazo y con una elevada reputación de marca".
No obstante, ha apuntado a la "debilidad crediticia" de la filial como una "limitación" para no ser calificada en el mismo grado de inversión que la matriz, que se sitúa un escalón por encima ('A-').
En el caso del Banco BPI, controlado con una participación mayoritaria por CaixaBank, S&P ha subrayado su papel como "activo estratégico importante a largo plazo" para el grupo matriz.
Así, ha explicado que BPI comparte el mismo enfoque empresarial respecto al comercio minorista de banca con CaixaBank, pero le ha aconsejado que "aproveche las economías de escala para mejorar su eficiencia operativa y la gestión de activos". No obstante, ha apuntado a la mejora de la rentabilidad interna de BPI como "un desafío" para CaixaBank.