Los directivos españoles estiman que, en 2033, el peso de las exportaciones sobre la facturación de sus compañías habrá crecido un 72% y que los ingresos de sus filiales en el extranjero habrán aumentado un 89%. Esta es una de la principales conclusiones del informe de PwC "España goes global", que analiza el grado de internacionalización de la economía y de las empresas españolas y cómo evolucionará en los próximos veinte años. El estudio, que incluye una encuesta a 450 directivos españoles, ha sido presentado por Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group y experto en internacionalización.
El documento concluye que el punto de partida para España en materia de internacionalización es bueno. En los últimos veinte años, hemos pasado de no tener ninguna multinacional a contar con casi 2.500. Y en los últimos diez, las empresas españolas con filiales en el extranjero han crecido un 66%.
De tal forma que, actualmente, España se sitúa como el quinto país del mundo por su grado de internacionalización –comercio exterior más inversiones directas-, al mismo nivel que Alemania y por delante de países como Francia o Canadá. La suma de nuestro comercio exterior y de las inversiones directas en el extranjero alcanza ya el 166% del PIB.
Pero el informe concluye que, sin duda, el gran cambio estructural de la economía española en los últimos años no solo ha sido el fuerte aumento de las exportaciones, sino, fundamentalmente, el importante crecimiento de las inversiones de empresas españolas en el extranjero. Sin embargo, todo este potencial podría no servir de nada, tanto a las empresas como a las administraciones públicas, si no son conscientes del nuevo panorama económico mundial al que nos vamos a enfrentar en el medio y largo plazo.
Claves de la globalización en 2033
El informe señala tres grandes tendencias estructurales que cambiarán radicalmente la configuración de los mercados en 2033. La primera tiene que ver con el creciente dominio de las multinacionales originarias de países en vías de desarrollo, hasta ahora ausentes de los principales rankings mundiales.
La segunda, con la proliferación de pymes con una identidad puramente global, más incluso que algunas grandes corporaciones. Y la tercera con la aparición de compañías en nuevos sectores y áreas de actividad ligadas a las disrupciones tecnológicas, hoy en día difíciles de prever. Todo ello hace que no sea aventurado afirmar que los actores del mañana serán en su mayoría distintos a los que conocemos ahora.
Batería de medidas
¿Qué deben hacer las empresas españolas y las administraciones públicas para adaptarse a la nueva dinámica del mercado? El estudio recoge una amplia batería de medidas tanto para empresas como para las administraciones públicas.
Entre 2014 y 2020, las exportaciones españolas crecerán a un ritmo medio del 4%
Las compañías deberán ampliar su foco, excesivamente centrado en Latinoamérica. El nuevo mapa geopolítico exigirá saber trabajar en entornos cada vez más distintos y alejados de nuestra cultura. No perder el tren de Asia y África requerirá a nuestras compañías una gestión estratégica y proactiva de la internacionalización; en lugar de hacerlo de forma oportunista y obligada por la crisis. La internacionalización debe afianzarse como un elemento planificado, no solamente en el Ibex 35, sino en todo el tejido empresarial.
Las administraciones públicas, por su parte, también deberán jugar un papel relevante ante el reto de la internacionalización en 2033. Por ejemplo, deberán trabajar para crear un entorno regulatorio favorable para la mediana empresa, que la ayude a aumentar su tamaño medio y facilite su acceso a financiación. Otra tarea importante será la de aumentar la eficacia del apoyo institucional en el exterior, lo que exigirá, entre otras cuestiones, la reforma del Servicio Exterior y de la carrera diplomática.
Según las proyecciones de España "goes global", entre 2014 y 2020, las exportaciones españolas crecerán a un ritmo medio del 4% y, entre 2021 y 2033, un 5%. Las importaciones, por su parte, lo harán un 3,5% y un 4,1%, respectivamente. Unas cifras que consolidarán a España como exportador neto. El valor total de las exportaciones será ya equivalente a casi el 40% del PIB, y más de una tercera parte procederá de los servicios.
El informe España “goes global” se enmarca dentro de la iniciativa de PwC España 2033, nacida con el objetivo de anticiparnos a lo que va a suceder y convertirnos en cazadores intelectuales de las tendencias que van a determinar los aspectos esenciales del mundo, de la economía y de la sociedad en los próximos 20 años.