Los nueve hombres designados por el Ejecutivo para reformar el sistema fiscal no han comenzado a trabajar todavía. Deben presentar sus conclusiones antes de febrero de 2014. Pero los miembros de ese mismo Ejecutivo consultados pueden adelantar ya cuáles serán las conclusiones de sus trabajos: simplificar el IRPF y eliminar la maraña de deducciones fiscales que permiten a muchas grandes empresas tributar a tipos de un solo dígito, frente al 52% máximo al que tributan las nóminas. El resultado puede ser mayor presión fiscal, algo que la vicepresidenta del Gobierno ha justificado ya con el argumento de que “España es uno de los países en los que menos impuestos se pagan de toda Europa”.
El actual sistema tributario obtiene la mayor parte de sus ingresos por la recaudación del IRPF que representa el 25% del total de lo recaudado y por el IVA que supone algo más del 17%. Los impuestos especiales (los que gravan alcohol, tabaco y carburantes) alcanzan en torno al 6% de la recaudación global del Estado mientras que el Impuesto de Sociedades representa el 9,3% del total, según datos de Hacienda. El objetivo final es reequilibrar los pesos de cada tributo y, sobre todo, simplificar el sistema.
En términos prácticos eso supondrá introducir profundos cambios en el Impuesto de la Renta y en el Impuesto de Sociedades.
Menos tramos en el IRPF
La reducción del número de tramos del IRPF es algo que los expertos consultados dan por seguro. Desde que se estableció el actual sistema tributario, España ha reducido el número de escalones de renta en el IRPF desde los 34 en 1982 hasta los 7 que todavía hay en la actualidad. El actual número de tramos podría recortarse a menos de cinco y hasta tres, según los diferentes expertos consultados.
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Ese cambio afectaría especialmente a los niveles de renta más bajos porque es en esos tramos es donde se concentra el mayor número de contribuyentes. De hecho, a día de hoy menos de 5.000 contribuyentes declaran cobrar nóminas por encima de los 300.000 euros anuales, las que obligan al pago del 52% de los ingresos.
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Esa modificación del sistema implicará más presión fiscal a los tramos de renta más bajos, pese al compromiso del Gobierno de recortar los impuestos a partir de 2015. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ya ha adelantado que el pago de impuestos en España es “de los más bajos de Europa”, según dijo en el Consejo de Ministros que designaba a los expertos. Los datos de la OCDE reflejan que España tiene una presión fiscal del 31,6% frente al 37% de Alemania, el 42,1% de Italia o el 44% de Francia, aunque muy superior a la que registran países como Estados Unidos, donde esa presión es del 25,1%.
Simplificación del Impuesto de Sociedades
El Impuesto de Sociedades es una de las grandes fuentes de distorsión del sistema español, según coinciden todos los expertos. Los tipos sobre el papel fijan que las pymes deben pagar un 25% de sus beneficios en impuestos y que las grandes empresas deben pagar un 30%. Sin embargo, desde el año 2005 el tipo efectivo al que han pagado ha caído muy por debajo de esa cifra: del 20% al que tributaban en ese año han pasado a pagar un 9,4% en 2009 y un 11,6% en 2010, según los datos de la Agencia Tributaria.
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El Gobierno ya ha comenzado a eliminar alguna de esas deducciones lo que ha supuesto una recaudación extraordinaria de 3.650 millones de euros anuales, según aprobó el Consejo de Ministros del pasado 28 de junio.
El grupo de expertos debe ahora desbrozar esas deducciones para simplificar el sistema tributario de las empresas. El único temor del grupo es que el aumento de la presión fiscal en el Impuesto de Sociedades provoque una fuga corporativa de algunas grandes firmas internacionales.
LA OPOSICIÓN DENUNCIA EL SESGO IDEOLÓGICO DE LOS 9
La oposición ha denunciado el sesgo ideológico de los nueve. El portavoz de Hacienda del PSOE en el Congreso, Pedro Saura, asegura que "se pueden anticipar ya sus conclusiones": "más recortes" y "mirar para otro lado en la lucha contra el fraude fiscal". El diputado socialista denuncia la escasa pluralidad del grupo en el que destaca que no se ha incluido a una sola mujer.
"Hacienda no se ha enterado de que hay profesionales de reconocido prestigio internacional que tiene visiones diferentes sobre la reforma fiscal que necesita España", ha indicado.
Los socialistas han planteado su propia alternativa fiscal que pasaba por un aumento de la presión fiscal a los grandes patrimonios y grandes empresas y que apostaba por integrar el impuesto de patrimonio como fórmula para recaudar más y poder permitir más gasto público.