Casi dos años después de que abandonase la presidencia, Rodríguez Zapatero ya da lecciones magistrales sobre la crisis del euro. “Reconozco las cualidades personales de la canciller Angela Merkel, pero estaríamos mucho mejor si ella hubiese entendido que los problemas fiscales de Europa fueron creados a un nivel paneuropeo y solamente serán resueltos si se tratan de esa forma”, explicó este martes ante el selecto público de la universidad norteamericana de Yale, un centro que cuenta con profesores de la talla de Robert Shiller, premio Nobel de Economía de este año.
En Yale, hablando mediante un traductor, Zapatero expresó su confianza en la supervivencia del euro y en la recuperación de la economía española: “España va a superar la crisis porque los españoles están haciendo grandes esfuerzos. Estamos en las condiciones adecuadas para recuperar la confianza internacional y nuestra economía ofrece grandes oportunidades”.
“Habríamos superado la crisis en Europa antes y más rápido si y la eurozona hubiese apostado por el crecimiento”, afirmó. Y a continuación comparó la forma en que la Reserva Federal había animado el crecimiento con el modo en que el BCE, debido a la insistencia alemana, se había centrado exclusivamente en la inflación incluso cuando no hay signos de ésta.
Presentado como un líder que consiguió un crecimiento anual del 4 por ciento y unas tasas de desempleo históricamente bajas, Zapatero ofreció un diagnóstico sobre la crisis de la periferia europea. En su opinión, la introducción del euro dio a España y a otros países europeos la moneda, la política monetaria y la capacidad de financiación de Alemania. Pero ello provocó burbujas como la que sufrió España en el mercado inmobiliario.
El expresidente subrayó que el euro no está construido para aguantar shocks o crisis financieras. Desde el comienzo, el euro se construyó más sobre la voluntad política que sobre cimientos económicos sólidos.
Para concluir, Zapatero pidió un nuevo modelo de gobernanza global: “Necesitamos superar esta fase en la que la política y las leyes pertenecen a las naciones, pero las economías y los mercados son globales”.