Nada mejor para dibujar la evolución del Fondo de Reserva de la Seguridad Social desde su creación en el año 2000 que utilizar el perfil de una montaña rusa de un parque de atracciones. Nada se asemeja más: una imponente ascensión entre los años 2000 y 2011, con pendientes muy pronunciadas en los primeros años y algo suavizadas en los últimos de ese periodo, y un tobogán vertiginoso entre 2011 y 2020, que finaliza con un aterrizaje suave que se ha prolongado hasta 2022.
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social es fruto de las recomendaciones del Pacto de Toledo, de abril de 1995. Aunque no se materializó su creación hasta unos años después, en su origen está la necesidad de atender las posibles desviaciones entre ingresos y gastos de la Seguridad Social. El FRSS se concibió con el objetivo de ser una ayuda para resolver desequilibrios coyunturales entre los ingresos y los gastos de la Seguridad Social, pero no como un mecanismo adecuado para resolver los desequilibrios financieros de naturaleza estructural, que son los que han asolado el sistema en el último decenio.
Partió de cero en el año 2000, ejercicio que cerró con 604 millones de euros. Alcanzó su esplendor en el año 2011, cuando llegó a tener en sus arcas hasta 66.815 millones. Su cénit sep rodujo cuando los gastos de la Seguridad Social superaron ampliamente sus ingresos. En 2017 apenas contaba ya con 8.000 millones y desde 2019 ha permanecido en letargo con apenas 2.100 millones.
La resurrección del Fondo de Reserva de la Seguridad Social tiene mucho que ver con la introducción del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) en la Ley 21/2021, de 28 diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social del sistema público de pensiones. El MEI es un empeño de José Luis Escrivá, entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y hoy gobernador del Banco de España.
En su primer año, el MEI aportó en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social un total de 2.218 millones de euros, tal y como señala el informe remitido a las Cortes Generales por el Gobierno. Además, hubo otros 1.168 millones procedentes de los excedentes de las mutuas colaboradoras y unos rendimientos por intereses de 53 millones de euros. En total, el Fondo cerró el pasado ejercicio con 3.438 millones de euros más, y elevó su valor a 5.578,44 euros.
En lo que va de año, las cosas están yendo mucho mejor, en buena parte por el alto nivel de ocupados de nuestro mercado laboral y en parte también por la subida llevada a cabo. El MEI consiste en una cotización finalista para empresarios y trabajadores del 0,6% sobre la base de cotización de las contingencias comunes que sería de aplicación hasta el año 2032.
Pero una nueva reforma llevada a cabo en 2023 ha establecido un incremento entre 2024 y 2029 desde el tipo inicial del 0,6% hasta alcanzar el 1,2% en 2029, a razón de una décima más cada año. Este recargo se extenderá, además, hasta el año 2050, aunque el tipo a abonar desde 2030 permanecerá anclado en el 1,2%, con igual distribución entre empresas (1%) y trabajadores (0,2%).
Ingresos del MEI
Es por esta razón por la que los ingresos derivados del MEI se han disparado en lo que va transcurrido de año. Según los últimos datos de la ejecución presupuestaria de la Seguridad Social, en los nueve primeros meses de este año, los ingresos derivados del MEI han ascendido a 2.741 millones de euros, un 40,5% más que en los mismos meses de 2023 (1.951 millones). Únicamente en el mes de septiembre se recaudaron por ese concepto 315 millones.
Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, con la recaudación acumulada hasta el mes de septiembre se había obtenido el 98,13% de la cifra prevista para el conjunto del año. Si se mantienen los ingresos mensuales del cuarto trimestre en línea con los obtenidos en los últimos meses (en el entorno de los 315 millones de euros), en el conjunto del ejercicio el MEI habrá recaudado cerca de 3.700 millones de euros, casi 1.000 millones más que la estimación inicial del presupuesto.
Sólo con esta cifra, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social alcanzaría un valor de 9.264 millones de euros, una cifra que no se alcanzaba desde el año 2016. Es posible que a la cantidad del MEI se pueda añadir la parte correspondiente a las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, que el año pasado contribuyeron con 1.168 millones.
A lo largo de los 25 años de historia del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, las dotaciones recibidas han ascendido globalmente a 56.986 millones de euros, aunque la práctica totalidad de las mismas se llevó a cabo entre los años 2000 y 2015. Los intereses percibidos por los activos financieros en los que este dinero se ha invertido han sido de 28.929 millones.
Los diferentes gobiernos han dispuesto desde 2000 a 2023de hasta 80.337 millones de euros, en su mayor parte desde el comienzo de la crisis de deuda soberana de los países del sur de Europa, en 2012. Con las últimas reformas acordadas, no se podrá disponer de cantidad alguna del Fondo hasta el año 2033.