Más de 1.000 negocios han desaparecido en el sector industrial en el último año. Al término de 2023 la Seguridad Social tenía 98.047 empresas con asalariados inscritas, frente a las 99.090 que había en diciembre de 2022. De hecho, España no ha logrado recuperar la cifra de 100.000 empresas manufactureras y extractivas que tenía antes de la pandemia.
La pérdida se ha concentrado fundamentalmente en la actividad manufacturera (-1.011) al ser la que más empresas reúne: un total de 96.889 que dan empleo a casi dos millones de personas. En términos relativos la caída ha sido más intensa en la industria extractiva (-3% frente al -1% de las manufacturas), que pasó de tener 1.190 empresas inscritas a finales de 2022 a 1.158 en 2023.
Por tamaño, han sido las más pequeñas (aquellas con menos de 10 empleados) las más golpeadas. El 2023 se cerró con 1.252 microempresas menos inscritas en la Seguridad Social que un año antes), al ser también las más vulnerables ante una contexto económico desfavorable. Las compañías manufactureras de mayor tamaño crecieron en 209, por lo que no se compensó la pérdida de tejido productivo pero sí aumentó el empleo.
Si se compara con 2019, la pérdida es aún más acusada: 4.200 empresas con asalariados menos en la industria que en aquel momento. Pese el golpe de la pandemia y la escasez de suministros, la cifra remontó en 2021; pero la crisis energética, la eliminación de las moratorias concursales en 2022, la subida de tipos y la debilidad de la demanda han conducido a dos años consecutivos de destrucción de tejido empresarial.
Más costes y menos ventas
La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) y el banco Hamburg Commercial Bank llevan un año advirtiendo de que la industria española no es inmune a la situación global que sufre el sector y ha atravesado una recesión técnica, con varios trimestres consecutivos de caídas en la producción y en las ventas. Las empresas han reclamado más ayudas a la industria en el actual contexto.
Además de afrontar un 'shock' en la demanda, la industria española pagó en 2023 por su factura de la luz, que en algunas ocasiones supone hasta el 50% de sus costes totales, el doble que sus competidores franceses y un 40% más que sus rivales alemanes. Este escenario provoca que parte del tejido industrial español haya frenado su actividad o no hayan podido hacer frente a esta subida de su principal coste.
La tendencia de los grandes consumidores ha llevado a que la demanda de electricidad en España haya caído a niveles que no se veían desde 2003, con un retroceso del 2% con respecto a 2022. El sector metalúrgico, que supone el 25% en la demanda de electricidad de la industria, redujo su consumo un 11%; mientras que el sector químico y la fabricación de papel lo redujeron un 9%. La caída en el conjunto de la industria no fue mayor gracias a los crecimientos de la demanda del sector automóvil.
El Gobierno 'palpa' el pesimismo
El propio Gobierno, en su último informe semanal de coyuntura, informa de que "el clima en la industria se situó en diciembre de 2023 en terreno negativo (-6,8), repuntando con respecto al mes previo (-9,4 en noviembre) pero permaneciendo por debajo del promedio para el mismo periodo de 2015-2019 (-1,4) tras los descensos acumulados desde julio de 2022".
Esta evolución se explica, según el Ministerio de Industria, por el empeoramiento de la cartera de pedidos en diciembre, mientras que la producción industrial mejoró con respecto al mes anterior pero continuó situándose también por debajo de la media histórica (5,8 frente a 6,5). Por su parte, la acumulación de existencias descendió pero también se mantuvo en niveles elevados frente a la media histórica.
En todo caso, apunta a una mejora a cierre de año que podría arrojar luz sobre el futuro del sector a lo largo del 2024. En este sentido apuntó también S&P en el último informe publicado el 2 de enero, S&P, donde señalaba que "tanto la contracción de la producción como la de los pedidos de exportación han frenado su caída, ofreciendo rayos de esperanza".
parlando
¿Y no dimitió nadie en el Ministerio de Economía? Importan más la amnistía de la casta lazi-catalana y las políticas de desi-igualdad.