Más allá del fútbol, el Mundial de Qatar no despierta pasiones. Las reglas del país -donde se discrimina a las mujeres y a las personas LGTBI- y los miles de trabajadores migrantes que supuestamente han muerto durante la construcción de los estadios han empañado la celebración del evento deportivo del año. España, que también ha criticado el trato a estos colectivos, atraviesa, sin embargo, un momento dulce en su relación comercial con el país del golfo Pérsico. Las exportaciones a Qatar han mantenido el tipo pese a la pandemia, aunque no se puede decir lo mismo de las importaciones. En mayo, el Gobierno de Sánchez dio un paso más allá invitando al Emir a Madrid y estrechando los lazos gasísticos y económicos.
Las relaciones entre España y Qatar ya eran buenas antes del acuerdo estratégico firmado hace seis meses. La Secretaría de Estado de Comercio señala que a los cataríes les "encanta" España y existe una "cercanía al estilo de vida español". Las relaciones entre los dos países comenzaron en 1972. Desde entonces, los lazos económicos y políticos han sido fluidos. En los últimos tiempos, España ha promocionado a las empresas con intereses en Qatar, mientras que el país árabe ha invertido en las compañías y proyectos de energías renovables y en otros sectores como el residencial.
Qatar podría convertirse en el segundo o el primer socio del golfo Pérsico para España, quitándole el podio a Arabia Saudí y a los Emiratos Árabes Unidos"Leticia Rodríguez García, doctoranda en la Universidad de Granada e investigadora visitante en la Universidad Hamad Bin Khalifa de Qatar
"Actualmente, los intereses de ambos países han cambiado fruto de la crisis que han (el bloqueo a Qatar en 2017) y están atravesando (crisis europea por la guerra de Ucrania)", explica a este diario Leticia Rodríguez García, doctoranda en la Universidad de Granada e investigadora visitante en la Universidad Hamad Bin Khalifa de Qatar.
Qatar es, por ahora, el tercer socio comercial de España en el Golfo, por debajo de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes Unidos. De hecho, en 2020, España fue el 63º proveedor de Qatar a nivel mundial y el quinto a nivel europeo. El interés estratégico de nuestro país está, sobre todo, en el gas natural qatarí y el gas natural licuado (GNL).
Las importaciones desde Qatar vivieron su mejor época hace una década. En 2011, en concreto, el valor de las compras fue de 1.474 millones. En los siguientes años, nunca se llegó a alcanzar ese dato. En 2021, aún con los estragos comerciales provocados por la pandemia, se compraron suministros a Qatar por valor de 640 millones de euros, una cifra que ya se ha superado en lo que llevamos de 2022.
La visita del Emir, el gas y los fondos europeos
El pasado mes de enero terminó la crisis diplomática iniciada en 2017 que enfrentaba a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto contra Qatar. Durante ese tiempo, España fue uno de los pocos países europeos que no invitó al Emir, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani. El Gobierno de Sánchez decidió romper con esta dinámica y recibió al Emir en mayo en Madrid para atar las importaciones de gas natural procedentes del país árabe, con vistas a incrementarlas en plena crisis energética en Europa y con la incertidumbre con Argelia.
A cambio, el Ejecutivo ofreció la entrada del fondo soberano de Qatar en inversiones en empresas españolas regadas con fondos europeos. Para Rodríguez, el acuerdo "cambia e impulsa las relaciones diplomáticas entre ambos estados al más alto nivel". "Con este nuevo acuerdo y si las inversiones siguen su cauce, Qatar podría convertirse en el segundo o el primer socio de la región para España, quitándole el podio a Arabia Saudí y los EAU", defiende.
La energía, por tanto, es una de las claves de la reforzada relación con Qatar. "Con la crisis energética europea actual creo que Qatar puede entrar en el mercado europeo por la puerta por donde siempre quiso entrar, los contratos a largo plazo. España, en este aspecto, puede jugar un papel importante, ya que de las 22 plantas regasificadoras que hay en el continente europeo, siete están en España y seis de ellas están plenamente operativas", argumenta la investigadora.
Otra de las patas del acuerdo está relacionada con la transformación de la economía qatarí debido al bloqueo liderado por Arabia Saudí. Esta crisis empujó a Qatar a invertir en su sector agrícola y alimentario para reducir su dependencia externa. Pero sus condiciones climáticas suponen un reto para los proyectos agrícolas y España ya ha desarrollado iniciativas con invernaderos en países de la región, como Omán y Egipto. Por ello, Rodríguez destaca que uno de los memorandos firmados en mayo hace referencia a la colaboración entre los dos países para este tipo de proyectos agrícolas.
Construcción, ropa... La presencia española en Qatar
El acuerdo servirá para impulsar a las empresas españolas con intereses en Qatar. El país no es un territorio desconocido para nuestros empresarios. De hecho, el rey Felipe VI aprovechó su visita al debut de la Selección en el Mundial para reunirse con una treintena de representantes de compañías españolas. Acciona, Applus, FCC, Técnicas Reunidas, Sener, LaLiga, SACYR, Iberdrola, Grupo Dani García, Padel Club o Integra Agricultura fueron algunas de las firmas con las que se citó el monarca.
A diferencia de las importaciones, España sí que puede presumir de haber mantenido en los últimos años un buen ritmo de ventas al país del golfo Pérsico. El mejor curso para las empresas españolas fue en 2017, cuando ganaron un total de 411 millones de euros. Durante los siguientes años, el valor de las ventas se mantuvo pese a la pandemia. De hecho, 2022 ya va camino de superar los datos registrados en 2021. ¿Y qué le vende España a Qatar? A grandes rasgos, ropa -la presencia en el país de Inditex, Cortefiel y Mango es importante-, material para la construcción y para la industria.
Franz Chubert
Los emiratos son altamente perceptivos a los dirigentes europeos corruptos, y Sánchez es el presidente de la UE más corrupto de largo.