España ha colocado hoy 4.023 millones de euros en bonos y obligaciones con distintos vencimientos, ligeramente por encima de lo previsto, y ha conseguido bajar el interés a 2 y 10 años, en tanto que a 3 años ha tenido que pagar más ya que hace tan sólo dos semanas de la última subasta.
Del importe adjudicado este jueves, 1.527,55 millones han salido al 1,928%, por debajo del 2,306% de la anterior emisión y por primera vez desde 2009 por debajo del 2%; y otros 1.487,06 millones a diez años, al 4,536%, interés también inferior al 4,632% aplicado en la última puja comparable, celebrada en abril.
A diez años, y dentro de las emisiones regulares del Tesoro, no se colocaban en el mercado primario obligaciones a diez años a un interés tan bajo desde 2010.
Los 1.009,67 millones de euros restantes han salido a tres años con una rentabilidad del 2,732%, por encima del 2,472% del pasado 23 de mayo; el repunte obedece a la cercanía en el tiempo entre ambas emisiones del mismo plazo.
El Tesoro no sacaba a subasta bonos a dos años desde el pasado 21 de marzo, cuando colocó 1.155,99 millones a este plazo con una rentabilidad del 2,306 %, inferior al 2,57 % precedente. En mayo sí hubo emisiones a tres y diez años, aunque no todas son comparables; en el primer plazo, se colocaron 1.579,53 millones al 2,472 %, por encima del 2,268 % de comienzos de mayo, aunque por debajo del 2,81 % de abril.
A diez años se celebró en mayo una emisión sindicada que consiguió más de 7.000 millones de euros al 4,45%, pero las características de este tipo de subastas -los bancos colocan directamente la deuda entre los inversores- impiden compararla con las emisiones regulares. La referencia más cercana en el tiempo es una emisión a diez años celebrada en abril de este año, que salió al 4,632%.
La ratio de cobertura, que es la proporción entre las demandas de las entidades financieras y el importe adjudicado ha sido bastante alto en esta ocasión de 2,6 veces, ya que las solicitudes han alcanzado 10.694 millones de euros; esto da la medida del interés de los inversores por la deuda española.
La emisión no ha supuesto sorpresa alguna al mercado, ya que se ha colocado en línea con el precio al que se negocia la deuda española de estos plazos en el mercado secundario. En cuanto al repunte de la emisión a tres años, los expertos reiteran que hace apenas dos semanas que el Tesoro celebró una emisión a ese plazo, con lo que resulta menos atractiva.
La prima de riesgo de España, que mide el grado de confianza que despierta la deuda española frente a otras consideradas más seguras, como la alemana, empeoraba ligeramente tras la puja y se situaba en 296 puntos básicos, dos más que al cierre de la jornada anterior.