El Gobierno ha dado luz verde a un aumento del 4,6% en la partida destinada al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en los Presupuestos Generales del Estado, hasta alcanzar la cifra de 337 millones de euros, tal y como ha podido constatar Vozpópuli en las cuentas presentadas por el Ejecutivo este miércoles. Estos son los primeros presupuestos aprobados con Esperanza Casteleiro al frente de los servicios secretos españoles en sustitución de su predecesora, Paz Esteban, cesada en plena polémica por el escándalo de espionaje de Pegasus.
En concreto, los Presupuestos Generales del Estado destacan una partida de 334 millones de euros al CNI para el desempeño de sus actividades en 2023. A esa cifra, no obstante, habría que sumar otros 3 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, según destaca Europa Press. Así, la cifra final es de 337 millones de euros.
El presupuesto supone un incremento del 4,6% respecto a las anteriores cuentas aprobadas por el Ejecutivo, en los que se asignaron 322 millones a los servicios secretos españoles. Cabe destacar que las cifras de 2022 incluían 10 millones del citado plan de recuperación, frente a los 3 de la edición más reciente.
Cifra récord para el CNI
Como contó Vozpópuli, los 322 millones de 2022 ya suponían unas cifras récord para el CNI: nunca en los veinte años anteriores se había alcanzado una partida tan elevada como la de aquella edición. Por lo tanto, los nuevos presupuestos suponen un desembolso récord para financiar las actividades del centro.
Por especificar los datos, en el año 2003 se asignaron 138 millones de euros al CNI y la partida no dejó de aumentar hasta el 2008, con 264 millones. A partir de ahí llegó la crisis y los recortes: los servicios de inteligencia vieron recortados sus fondos hasta 203 millones en el año 2013. A partir de ahí llegaría un nuevo crecimiento ininterrumpido hasta llegar a los 337 millones actuales.
Estos son los primeros Presupuestos Generales del Estado que se aprueban desde que estallara el caso Pegasus, marcado por el espionaje a líderes independentistas catalanes, primero, y a miembros del Gobierno, después. La crisis condujo al cese de la directora del CNI, Paz Esteban, Esperanza Casteleiro, de extensa trayectoria en los servicios secretos y que por entonces se desempeñaba como número 2 de Margarita Robles en el Ministerio de Defensa, fue la elegida para sustituirla al frente del centro.
