"Estamos trabajando con la Comisión Europea en la reforma fiscal", ha reconocido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa de presentación de los Presupuestos de 2023 en el Congreso preguntada por la llamada de atención de Bruselas al respecto. La Comisión ha advertido recientemente al Gobierno que se ha comprometido a tener la reforma aprobada en el primer trimestre de 2023, en concreto, la armonización al alza de Patrimonio y Sucesiones, además de una fuerte subida de impuestos verdes.
Pues bien, cuestionada por esta advertencia y por si prevé ofrecer a Bruselas el impuesto a grandes fortunas como remedo de la armonización fiscal de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones, Montero lo ha admitido, y ha situado además todo el paquete fiscal que presentó la semana pasada como un saldo neto de ingresos de 3.100 millones que se va a plantear a la Comisión.
Montero ha planteado que en Presupuestos sólo van, del citado paquete, las referidas al IRPF y la rebaja de Sociedades para pymes. El impuesto a grandes fortunas no puede tramitarse con las Cuentas, que no pueden crear impuestos, y Hacienda se debate entre tramitarlo en un proyecto de ley o incluirlo en la proposición de ley a banca y energéticas.
Llama la atención que la subida de Sociedades a grupos consolidados también se va a tramitar en la citada proposición de ley y no en Presupuestos, donde sí podría ir. El impuesto a grandes fortunas y este alza de Sociedades no impactarán en 2023 sino en 2024.
Impuestos verdes
Montero también ha planteado que el impuesto a grandes fortunas no se contempla en el presupuesto de ingresos por su afectación a la guerra de Ucrania y que se destinará a sufragar medidas de alivio contra esta crisis. Sin embargo, los impuestos a banca y energéticas, en principio también debidos a la crisis, sí que se tienen en cuenta en los ingresos.
Montero ha planteado además que en enero van a entrar en vigor los impuestos a residuos y plásticos, con casi un año de retraso por una enmienda en el Congreso. Y preguntada por la subida del diésel y de la gasolina comprometidas además del impuesto a billetes de avión, ha dicho que la Comisión entiende que no es el momento para subir el diésel en un contexto de bonificación de carburantes.
