Los alimentos y bebidas no alcohólicas fueron un 15,7% más altos en diciembre de 2022 que en el mismo mes del año anterior, una tasa anual récord que no se alcanzaba desde el comienzo de la serie, en enero de 1994, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, los hogares de cinco provincias soportaron en ese mes subidas anuales en la cesta de la compra cercanas al 20%.
En concreto, los que viven en Badajoz pagaron un 20,4% más en el supermercado, seguidos de los de Zamora (19,2%), los de la ciudad autónoma de Melilla (18,9%), los de Cuenca (18,8%) y los de Granada (18,7%). En estas cinco provincias, los ciudadanos sufrieron más la inflación al hacer la compra, con subidas superiores al 18,5%.
En el lado opuesto, con las menores subidas en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, se encuentran Álava (12,8%), Barcelona (12,9%), Girona (13,3%) y La Rioja (14%). Ya por encima del 14%, pero todavía por debajo de la media nacional (15,7%) subieron los precios de los súper en otras doce provincias (Baleares, Córdoba, Las Palmas, Zaragoza, Cantabria, Jaén, Asturias, Ciudad Real, Guipúzcoa, Soria, Vizcaya y Santa Cruz de Tenerife).
Los alimentos se empezaron a encarecer más tarde, contagiados por la energía y algunas materias primas. En todo caso, y a nivel nacional, en diciembre de 2021 ya eran un 5% más caros que un año antes. Por tanto, si se amplía el periodo de análisis hasta diciembre de 2020, podría decirse que los alimentos se han encarecido un 21,4% en los últimos dos años. Por provincias, las familias que más notaron el encarecimiento en diciembre respecto al mismo mes de 2019 fueron Badajoz (26,7%), Melilla (25,9%), Guadalajara (25,7%), Cuenca (25%) y León (24,5%).
Si se observa la evolución del precio de los alimentos y bebidas alcohólicas sólo en el último mes, es decir, respecto a noviembre, todas provincias vieron incrementarse los precios. Los mayores crecimientos se localizaron en Huelva (2,9%), Melilla y La Coruña (2,7% en ambos casos). En el lado opuesto, los menores crecimientos mensuales se dieron en Las Palmas (0,9%), Lérida (1%), Santa Cruz de Tenerife, Jaén y Alicante (las tres últimas provincias con repuntes del 1,1%).
Todos los productos suben
Al analizar el encarecimiento anual de la cesta de la compra se observa que no hay ni un solo producto que haya bajado de precio. Todos suben. Destacan el azúcar, con una subida interanual del 50,6% en diciembre, y la mantequilla (42,3%). Les siguen la leche entera, un 37,3% más cara que un año antes, y la desnatada (37,2%); así como las harinas y otros cereales, que se vendieron un 36,8% más caros que un año antes.
También ha sorprendido al alza el aceite de oliva, que subió un 35,2% en diciembre respecto al mismo mes del año anterior. La mayoría de alimentos básicos subieron más de un 10% respecto a 2021, como los huevos (29,8%), los yogures (25,1%), las patatas chips (25%), las legumbres (23,5%) el queso (22,1%), el arroz (21,7%), las patatas (21,6%), el pan (15,4%) y la carne de pollo (15,1%).
"Las tasas de inflación elevadas en alimentos se están generalizando muy ostensiblemente. Así, en diciembre, un 78% de las subclases de alimentos y bebidas registró una inflación superior al 10%, 5 puntos porcentuales más que en noviembre. Esta proporción crece sin cesar desde el mes de febrero de 2021, cuando se situaba en el 8%. Además, el 30% de la cesta de alimentos y bebidas registró una inflación superior al 20%, 2 puntos más que en noviembre", destacan desde Caixabank Research.
La subida de los precios de los alimentos están teniendo, junto a otros bienes y servicios, incidencia en la inflación subyacente (subida del índice sin energía ni alimentos frescos), que superó a la inflación general en diciembre por primera vez desde febrero de 2021 al subir hasta el 7%, una décima más de lo avanzado inicialmente por el INE y por encima del 6,3% de noviembre. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, aseguró este viernes que espera que la inflación subyacente empiece a remitir "cuanto antes".
Para paliar la inflación, el Gobierno aprobó a finales de diciembre una nueva batería de medidas, con la eliminación de la bonificación generalizada de los carburantes (una de las medidas más costosas), la prolongación del tope al alquiler, la creación de una ayuda de 200 euros a las familias más vulnerables (para rentas inferiores a 27.000 euros anuales y con un patrimonio no superior a 75.000 euros), y la rebaja del IVA a los alimentos de primera necesidad.
Esta última medida está destinada, junto a las rebajas fiscales adoptadas con anterioridad en la factura de la luz, a rebajar los precios finales que paga el consumidor. En este sentido, y puesto que entró en vigor a principios de enero, se espera que sus posibles efectos se manifiesten en el avance del IPC de este mes, que se publicará el lunes 30 de enero. No obstante, este dato también estará influenciado por el final de la bonificación de la gasolina.