Economía

La reconciliación de Brufau con Pemex acelera la expansión de Repsol en México

Pelillos a la mar. Años después del fallido intento de 'golpe de Estado' protagonizado por la petrolera mexicana contra la dirección de Repsol, la compañía española busca acaparar el 10% del mercado mexicano de estaciones de servicio con Pemex como principal proveedor

  • Sede de Repsol en Madrid

Después de fracasar en su intento de 'golpe de Estado' en alianza con Sacyr para forzar un cambio en la dirección de Repsol, en junio de 2014 Petróleos Mexicanos (Pemex) materializaba su divorcio absoluto con la compañía presidida por Antonio Brufau

La empresa estatal mexicana, que había llegado a ser el segundo máximo accionista de Repsol, vendía una participación del 7,86% en la petrolera española a cambio de 2.900 millones de euros, y unos meses más tarde se deshacía del 1,3% restante tras 24 años en el accionariado de la petrolera española. "Ni México ni Pemex forman parte de los planes de Repsol", aseguró el entonces presidente de la paraestatal mexicana, Emilio Lozoya.

Nada más lejos de la realidad. La liberalización del sector energético en México y la pérdida del monopolio de Pemex en ese país ha transformado por completo la situación de Repsol en la nación latinoamericana en apenas cinco años y ha resucitado las buenas relaciones entre ambas compañías. "Hemos desembarcado en México para quedarnos, y queremos para quedarnos para siempre", indican fuentes de la compañía a Vozpópuli.

Repsol anunció este viernes la construcción de dos centros logísticos en México y espera duplicar este año su número de gasolineras en ese país

Un mes después de abrir su primera gasolinera en México, en abril de 2018, Repsol y Pemex firmaron un acuerdo a largo plazo para el abastecimiento de combustible. 

En los poco menos de doce meses transcurridos, Repsol ha abierto más de 170 estaciones de servicio abanderadas en México y, según revelan fuentes de la compañía, esperan llegar a 400 para finales de 2019 en un país donde antes sólo Pemex podía surtir gasolina.

Además, la compañía española evidenció este viernes su compromiso "sólido" y "a largo plazo" con México al anunciar que participará en los proyectos de construcción de dos nuevas infraestructuras logísticas que le permitirán almacenar más de 600.000 barriles y mejorar su servicio de distribución en el centro del país. 

Reconciliación y casi 400 millones de inversión

La gran paradoja es que la apertura de México a la competencia y el desembarco de Repsol no sólo no ha reavivado viejas rencillas entre la compañía española y Pemex, sino que se han reconciliado por completo.

"Nosotros firmamos un contrato con Pemex a largo plazo para el abastecimiento de combustible. Actualmente somos sus clientes, ellos son nuestros proveedores y, si Dios quiere, vamos a seguir siéndolo para siempre. No existe ninguna rencilla, en absoluto", indican las mismas fuentes de Repsol.

Como parte de su plan estratégico en México, Repsol prevé invertir 369 millones de euros para alcanzar una cuota de entre el 8 y el 10% en el mercado mexicano de las estaciones de servicio para el año 2022. 

"México es un mercado inmenso y lleno de oportunidades", resumen fuentes de la multinacional española. Y es que según la Comisión Reguladora de Energía de ese país, el 40% de los municipios mexicanos carece de estaciones de servicio. 

Desde la aprobación la reforma energética aprobada durante el gobierno del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, la petrolera española ha conseguido adjudicarse la licitación de seis bloques exploratorios 

Extracción y producción

Al margen de la expansión de sus estaciones de servicio en el país, el futuro de Repsol en México pasa por su intento de adentrarse también en el negocio del upstream (extracción y producción de petróleo) y por la producción de lubricantes para todo el continente americano. 

Desde la aprobación la reforma energética aprobada durante el gobierno del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, la petrolera española ha conseguido adjudicarse la licitación de seis bloques exploratorios en el Golfo de México, en algún caso también de la mano de socios locales.

"Estamos a punto de terminar los estudios de esas rondas exploratorias para ver la viabilidad del negocio de upstream en México", indican las mismas fuentes. 

Además, la petrolera española se ha asociado con la mexicana Bardahl para empezar a producir en México lubricantes para exportar a toda Latinoamérica. 

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