El Sabadell pliega velas en España en plena opa de BBVA. El cuarto banco más grande de España ha cerrado recientemente su operativa en Colombia y Perú, en donde contaba hasta hace poco con sendas oficinas de representación especializadas en el asesoramiento de pymes, según fuentes financiaras consultadas por Vozpópuli. El Sabadell llevaba instalado en ambos países casi una década y el fin del servicio coincide en el tiempo con el intento hostil del grupo de La Vela.
Fuentes oficiales del Sabadell aclaran que el cese de sus operaciones tanto en Perú como en Colombia ya estaba planificado. Colombia y Perú eran dos de las diez oficinas de representación que tenía desplegadas en el mundo. En el primer caso, el cierre se acaba de ejecutar tras recibir el visto bueno de los reguladores locales. En Perú se materializó el pasado mes de junio, justo después de la opa hostil, aunque no había trascendido.
El Sabadell abrió en octubre de 2015 sus oficinas de representación en los dos países como puntales “en el proceso de consolidación del proyecto internacional de la entidad en Latinoamérica”, como anunció en su momento. Como muestra de su apuesta por la región, Josep Oliu, presidente del banco, se involucró en la inauguración de ambas. En Colombia, asistió junto con el entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el que fuera uno de los principales accionistas de la entidad cuando tenía el foco del mercado: el empresario colombiano Jaime Gilinsky.
"Sabadell cuenta con una red de ocho oficinas de representación fuera de España, claves para las empresas"
Gilinsky llegó a amasar el 7% del capital del Sabadell. Ambos forjaron una alianza en plena incertidumbre sobre el sector y que se puso fin con la venta por parte del banco con sede en San Cugat del 4,99% del colombiano Banco GNB Sudameris, cuyo máximo accionista pertenecía a la órbita de Gilinski.
Conexión con la realidad local
Este tipo de oficinas se centra sobre todo en el asesoramiento a pymes para su expansión a los mercados latinoamericanos, así como en productos financieros como créditos bilaterales, créditos sindicados y financiación de proyectos. Ofrecen además un contacto regular con empresas españolas y locales de múltiples sectores, así como con agentes públicos y privados en el país, y dan un servicio de información puntual sobre los potenciales de inversión y la evolución de la economía.
Sabadell dispone de oficinas de representación ahora en Argel (Argelia), Nueva Delhi (India), Pekín y Shanghái (China), Estambul (Turquía), Dubái (Emiratos Árabes Unidos), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos). En 2022 también clausuró la de Brasil por “razones de negocio”, como apuntan fuentes oficiales del banco.
“Con el universo de clientes corporativos al que estamos dispuestos a servir en la región considerablemente reducido, el banco deja de necesitar una presencia física en la región”, justifican desde la entidad. El Sabadell ahora ofrecerá servicios similares a los países que ha dejado desde la sucursal de Miami, desde donde se abren todas las operaciones corporativas en Colombia y Perú.
En el banco se considera que no tiene necesidad de contar con presencia local en estos países latinoamericanos, habida cuenta de que los equipos comerciales, de producto y de riesgos de Estados Unidos están involucrados en cada operación de la región.
BBVA avanza en la opa
Mientras tanto, la opa de BBVA sigue quemando etapas en cuanto a autorizaciones regulatorias se refiere. Tras el mazazo de Competencia, que ha roto los plazos iniciales del grupo de La Vela, la Comisión Europea le autorizó ayer para lanzar la opa hostil sobre el Sabadell y su posterior fusión en caso de que los accionistas del banco catalán acepten por mayoría la oferta de canje.
Todavía tiene que recibir la luz verde de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que lo más probable es que espere al dictamen de Competencia antes de abrir el periodo de canje, que puede durar hasta 70 días. Hasta tres días antes de que se cumpla este plazo, la cúpula de BBVA puede mejorar la oferta de canje (de una acción más 0,29 euros de dividendo por cada 5,0196 títulos del Sabadell), lo que abriría la puerta a que grandes fondos caza fusiones se lanzaran a comprar más del 20% del cuarto banco más grande de España.
