Un juzgado de primera instancia de Madrid ha condenado a la financiera de BBVA tras declarar nulas las condiciones de la tarjeta revolving de Inditex (Affinity Card) "por no superar el control de transparencia las condiciones generales que regulan los intereses, gastos y comisiones del contrato", según la sentencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
Este es uno de los primeros casos en los que un juez considera nulo este tipo de producto financiero por falta de transparencia y no por usura, que es lo que dictaminó el Tribunal Supremo. La Asociación de Usuarios Financieros Financieros (Asufin) alegan que el demandante adhirió un contrato de tarjeta Affinity con una tasa anual del 22,4% y con una serie de comisiones y gastos "igualmente abusivos".
La importancia de esta sentencia reside en lo anteriormente comentado. Y es que en la mayoría de los casos los juzgados están fijándose sólo en la posible usura en la contratación de la tarjeta y no en posible falta de transparencia que acarrea contratar este tipo de 'plásticos' en una superficie que no es una entidad financiera.
En este caso concreto se trata de una tarjeta revolving adquirida en una tienda de Inditex, dueño de marcas de ropa tan conocidas como Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka, Uterqüe u Oysho. El cliente adquiere un contrato financiero con BBVA y en muchas ocasiones no sabe lo que está firmando, denuncian desde Asufin. Lo mismo sucede en otras grandes plataformas de gran consumo como pueden ser Carrefour, MediaMarkt o Alcampo, tal y como ya publicó este medio.
El Banco de España ya advirtió al sector de un importante repunte de litigios, sobre todo, provocados por los contratos de crédito revolving, en particular las tarjetas de pago aplazado. Si bien es cierto que esta práctica es muy común en la banca española, lo es también a través de empresas financiadoras que están en el día a día de los consumidores y que en muchas ocasiones se contratan sin darse cuenta.
El momento del contrato
El mayor foco de riesgo está en las fases previas a la contratación del crédito, es decir, en la publicidad y en la información precontractual que se ofrece al potencial cliente, así como en la actuación de los intermediarios del crédito, subraya el Banco de España.
Es por eso que se ha reforzado la labor supervisora en esta materia, en respuesta al crecimiento que experimentó esta modalidad de créditos en los últimos años. "La ausencia del requisito de aportación de garantías adicionales y la habitual agilidad en la contratación convierten a este tipo de productos en una opción muy atractiva para la clientela bancaria", explica el Banco de España.
En referencia a las cantidades, existen una amplia variedad de casos. Todo depende de la cuota establecida, tiempo transcurrido y uso de la tarjeta. Cuanto más se haya utilizado la tarjeta, siempre y cuando se elija el pago fraccionado, más intereses se habrán generado.