Telefónica observa atentamente lo que sucede en la isla de La Palma, donde presta servicios de telefonía móvil y fibra, y en la que tiene también amarrados dos cables submarinos que conectan la región con el mundo. Una zona que se ha vuelto muy inestable en los últimos días tras la erupción del volcán.
La lava amenaza a sus antenas de comunicaciones -de momento ninguna se ha visto afectada-, mientras los movimientos sísmicos que se registran en la zona son también un riesgo para sus cables submarinos, que podrían romperse. Por este motivo el operador español ha desplazado material y equipos de telecomunicaciones a la zona. El objetivo es tener poder de maniobra para afrontar cualquier incidencia, han explicado a Vozpópuli fuentes de la compañía.
Las erupciones volcánicas han provocado pequeños terremotos en La Palma durante los últimos días. Los movimientos de tierra pueden provocar la ruptura de los cables, cuya fibra óptica esta recubierta de materiales destinados a soportar el agua y la sal marina, el rozamiento con la tierra y otras condiciones adversas, también terremotos, pero no son irrompibles.
Es algo que ya se ha visto en el pasado. El terremoto de 2006 en la también isla de Taiwan rompió seis cables submarinos amarrados a la región, lo que provocó la interrupción de las comunicaciones fijas y el acceso a Internet en la zona. Los terremotos son una de las amenazas más graves para los cables submarinos.
Los terremotos pueden provocar la ruptura de cables submarinos
La Palma se conecta mediante cables de Telefónica con Tenerife a través del sistema Telapa (2004) y con la Gomera mediante el Tegopa S2 (1995). Hay un tercer cable, en este caso operado por Canalik, operador neutral e independiente de comunicaciones submarinas de banda ancha, que une también La Palma con Tenerife desde 2011. Huelga decir que desde Tenerife parten otros cables hacia África y Europa que son los que permiten a La Palma estar comunicada con cualquier punto del planeta.
Los lugares de amarre de estos cables se encuentran ubicados al este de la isla de La Palma, una zona a priori alejada de la zona donde desemboca la lava del volcán, en el oeste de la isla, por lo que este fenómeno no debería ser una amenaza.
Desde Canalink explican que cuentan con "un contrato de mantenimiento con disponibilidad de buques cableros, por lo que las incidencias más comunes o habituales que suelen sufrir estas infraestructuras, quedarían cubiertas. En casos como el que acontece en La Palma, de fuerza mayor, podrían darse escenarios más complejos cuyas medidas tendrían que ser estudiadas llegado el momento".
Por su parte desde Telefónica aseguran que "se está reforzando desde el pasado sábado sus infraestructuras y equipos en la isla de La Palma para garantizar las comunicaciones digitales en la zona. La compañía, presente desde el primer momento en la sala de Emergencias 112 convocada por el Gobierno de Canarias, ha desplazado a La Palma cinco unidades móviles para atender las posibles incidencias del servicio y asegurar el aumento necesario de las capacidades de la red en aquellas poblaciones que están acogiendo a los vecinos desplazados, especialmente el acuartelamiento San Rafael en Las Breñas, el campo de fútbol de Los Llanos y el campo de fútbol de El Paso", explicaba recientemente Telefónica.
El operador añadió que "también se han desplazado grupos electrógenos desde Tenerife e incluso desde la Península para garantizar el suministro energético de los emplazamientos clave, así como vehículos 4x4 para reforzar el servicio móvil, y camiones con toda clase de repuestos técnicos. El equipo humano de Telefónica y sus Empresas Colaboradoras en la isla se ha reforzado con profesionales dedicados principalmente al mantenimiento de las instalaciones y equipos y a colaborar con las autoridades de la isla".
¿Por qué se rompe un cable submarino como los de Telefónica?
Los cables submarinos tienen más amenazas de las que se pueden imaginar. A los terremotos y movimientos de tierra se puede sumar la lava volcánica como la que estos días se ha convertido en noticia mundial, pero también existen otros riesgos no tan extraordinarios que también pueden provocar roturas en los cables.
Los barcos que fondean en los lugares cableados son uno de ellos. Las anclas que estas embarcaciones lanzan al mar han cercenado en ocasiones, como si fueran de mantequilla, cables submarinos. Lo mismo ha sucedido con el desprendimiento accidental de rocas, que han acabado por aprisionar los cables, inutilizándolos y provocando la entrada de agua.
La fauna marina también ha sido culpable de la ruptura de estas infraestructuras. Se han registrado casos en los que el mordisco de un tiburón ha roto el plástico y malogrado el conducto. La 'fauna' humana también ha causado a veces, de forma intencionada, el rompimiento de cables submarinos, tal y como recogieron en su día los medios de comunicación.
¿Cómo se reparan los cables?
Cuando uno de estos cables se rompe entran en acción los barcos cableros. Son los mismos que tienden la fibra óptica en el mar, desde la costa de un continente hasta cualquier otro lugar del mundo. El sistema de bobinas con el que despliegan el cable se utiliza para recogerlo. Lo que hacen este tipo de embarcaciones es subir la fibra a bordo hasta encontrar el punto de ruptura. Entonces se arregla en la superficie y se vuelve a dejar caer de nuevo al mar para que siga llevando este artículo que usted lee ahora a cualquier rincón del planeta.