La Unión Europea y Estados Unidos celebran entre el 8 y el 12 de julio en Washington la primera ronda de negociaciones del Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) que finalmente la parte europea ha aceptado no suspender a raíz del escándalo de espionaje estadounidense y a la luz del "enorme impacto económico para la economía europea, pero también para la estadounidense" si ambas partes cierran "un acuerdo ambicioso" en un contexto de crisis.
El acuerdo podría aumentar entre el 0,5% y el 1% del PIB europeo y traducirse en unos 545 euros por hogar. "Ambas partes van a ganar si hay negociaciones sustanciales. Sólo con un nivel muy elevado de ambición será posible lograr resultados económicos sustanciales", ha explicado una fuente europea próxima a la negociación.
En la ronda de la próxima semana, ambas partes trasladarán a la otra sus "objetivos" y "ambiciones" sobre "todas las cuestiones" en reuniones paralelas de 15 grupos. La ronda servirá para preparar sobre todo la segunda, "probablemente en octubre" en Bruselas, en la que sí se esperan que entren en "sustancia" y pueda comenzar el trabajo "para reconciliar en textos comunes" sus respectivos objetivos y proceder al "intercambio de ofertas" concretas "algo más adelante".
Tarifas en agricultura y normas sanitarias y fitosanitarias
La UE, cuyos Estados miembros han acordado excluir por el momento de la negociación el sector audiovisual por Francia, defenderá la importancia de "eliminar todas las tarifas (aduaneras) que sean posibles" con algunas excepciones "limitadas" para productos "de mayor sensibilidad", algo que tendría "un impacto enorme" dado el volumen de intercambios comerciales, que se elevan a los 2.000 millones diarios. Los aranceles medios en vigor son "bajos", del 4%, aunque son "bastante más elevados" en el caso de los productos agrícolas y pesqueros, industriales o textiles, hasta el 25 o 30% según los casos.
La parte europea apuesta además porque las tarifas que se eliminen tengan efecto "inmediato" desde la entrada en vigor del acuerdo para lograr el máximo impacto, aunque Estados Unidos ha pedido aplazar la negociación sobre tarifas "una fase posterior" una vez concluya un estudio interno. La UE anticipa en todo caso que las tarifas agrícolas serán un capítulo difícil de las negociaciones, así como la protección de las Indicaciones Geográficas, algo "importante" para productos como "el queso, el jamón" aunque ya hay un acuerdo bilateral que protege las IG europeas, ha explicado una fuente europea próxima a la negociación.
La parte europea también aspira a resolver "rápidamente" la prohibición actual estadounidense "sin justificación alguna" a la carne de vacuno europea y mejorar también el acceso al mercado estadounidense de sus exportadores de frutas y hortalizas, que tardan hasta 10 años en recibir la autorización estadounidense.
En todo caso, la UE ha dejado "muy claro" que no negociará "una modificación" de la normativa europea en materia sanitaria y fitosanitaria que prohíbe la utilización de hormonas ni cambiará su normativa sobre autorizaciones de organismos genéticamente modificados, según la fuente. "No vamos a negociar modificaciones de nuestra legislación en materia sanitaria y fitosanitaria. Estados Unidos tampoco", ha explicado.
La UE sí tiene "intereses ofensivos muy importantes" con todo en materia sanitaria y fitosanitaria para tratar de resolver "muchos problemas" a los que se enfrenta la industria agroalimentaria europea para exportar al mercado estadounidense. "Esperamos que esta negociación dé un resultado equilibrado que mejore el acceso" para la parte europea, pero sin "comprometer el nivel de protección" vigente en Europa.
También confía en "eliminar las restricciones a la exportación en general", pero sobre todo para el gas y tratará de "convencer" a Estados Unidos de incluir también los servicios financieros en la negociación, que Washignton podría querer excluir por su parte.
"Está claro que la eliminación de cualquier tipo de restricciones de exportaciones de gas y otros está muy claro dentro de nuestras expectativas. Esperamos que no es controvertido", ha explicado una fuente próxima a la negociación.
Más acceso al mercado de contratación pública
Otro de los intereses más importantes para la UE en las negociaciones será lograr un mayor acceso a los mercados de contratación pública y mejorar las inversiones. "Es un mercado enorme en Europa y Estados Unidos. En Estados Unidos el mercado está muy lejos de estar abierto", según la parte europea, que aspira a lograr un mercado "lo más abierto posible", incluido en el sector del transporte ferroviario, donde hay hoy "muchas" restricciones. No está claro que el sector de la defensa se aborde a la luz de "las sensibilidades significativas".
La UE tiene también un interés muy claro de trabajar con Estados Unidos para hacer "más compatibles" los sistemas normativos y de regulación sin modificar las legislaciones de ambas partes, incluido en sectores como el automovilístico, farmacéutico, químico y servicios financieros. Se trata por ejemplo de promover una mayor equivalencia de las normas en materia de seguridad de vehículos promoviendo la convergencia de estándares técnicos o el reconocimiento muto de los productos químicos sin modificar las normas.
"Van a ser negociaciones difíciles. Ambas partes se han preparado bien. Hemos estado trabajando durante más de un año antes de anunciar lsa negociaciones", ha explicado una fuente europea próxima a la negociación que asegura que el compromiso por ambas partes es "muy alto" para tratar de concluir el acuerdo "en un plazo de tiempo razonable". La Presidencia lituana de la UE cree que llevará dos años o más.
Se espera que ambas partes celebren dos rondas más antes de final de año para mantener el ritmo en las negociaciones, que se celebrarán de forma alternativa en Bruselas y Washington. La siguiente ronda "probablemente" tendrá lugar en octubre en la capital belga. Las negociaciones estarán encabezadas por parte europea por el director de Comercio responsable de EEUU y Canadá, Ignacio García Bercero, y por parte estadounidense por el asistente del representante de Comercio para Europa, Dan Mullaney.
En paralelo al lanzamiento de las negociaciones comerciales, este lunes se reunirá también por primera vez en Washington el grupo de expertos UE-EEUU en el que las autoridades estadounidenses se han comprometido a dar explicaciones sobre sus supuestas actividades de espionaje en Europa. La cita fue reclamada por países como Francia para no retrasar las negociaciones comerciales.
En esta primera reunión participaran técnicos de la Comisión Europea, de la presidencia lituana y de los Estados miembros y se centrará en cuestiones de privacidad y protección de datos de los ciudadanos europeos, según ha dicho el presidente José Manuel Durao Barroso. "Será un proceso que espero que lleve a la clarificación con el fin de reforzar la confianza que será necesaria para lograr los acuerdos muy ambiciosos que esperamos en comercio", ha dicho el portugués.