El Barça se prepara para grandes sacrificios. La Junta de Joan Laporta tiene menos de un mes para capear un roto de hasta 600 millones de euros, y las soluciones son todo menos deseables. La más factible pasa por la cesión de hasta un 25% de sus derechos audiovisuales en La Liga, que la Ejecutiva quiere limitar a un máximo de 25 años. Esa vía permitiría al club ingresar más de 600 millones de euros a corto plazo pero costaría alrededor de 1.150 millones de su facturación futura, según estimaciones del mercado.
Un coste elevado que ha dilatado el cierre de las operaciones vinculadas, negociadas con diferentes actores y a diferentes bandas. En este sentido, las fuentes consultadas señalan a la firma de inversión Key Capital cercana a Florentino Pérez como intermediadora con inversores. Según apuntaron fuentes cercanas a este medio, al presidente merengue le interesa asistir al Barça dada su importancia en el proyecto de la Superliga diseñada por la propia Key Capital.
La entidad participada por el expresidente de Endesa Borja Prado ya trabajó en el pasado reciente en créditos similares para el fútbol español como competencia al fondo de La Liga, CVC Capital Partners, de la mano de otros intermediarios financieros como JP Morgan, Bank Of America o HSBC que podrían ofrecer mejores condiciones al Barça.
El Barça tiene un límite salarial negativo de 144 millones a ojos de La Liga, por lo que para poder fichar sin el límite de uno de cada cuatro euros ingresados, debería no solo reducir esos 144 millones sino ingresar millones hasta superar su masa salarial (cifrada en alrededor de 500 millones)
Por lo pronto, en el mercado se descuenta que el club podría obtener fácilmente unos 240-250 millones a cambio del 10% de los derechos a 25 años en lugar de los 50 que exigía la opción CVC, aunque la operación está viéndose dificultada por la letra pequeña de la financiación y el encaje con el control de la patronal de los clubes (con las condiciones de Liga-CVC, el Barça podría destinar el 15%, esto es, 40 millones, a fichajes sin tener que ingresar alrededor de 650 millones hasta compensar su límite salarial, ahora en negativo).
"Lo que está claro es que habrá que desprenderse de activos", señalan fuentes cercanas al club. El factor de la Superliga y las posibles indemnizaciones en favor de La Liga -que denunciaría un impacto de hasta 2.000 millones anuales- han acabado decantando la balanza de Laporta. El presidente blaugrana ha descartado hipotecar hasta un 20% de los derechos en tramos de 25 a 50 años con CVC a cambio de una inyección superior a los 400 millones de euros. Si rompiera definitivamente con la Superliga de Florentino Pérez, el club blaugrana tendría en suma que desembolsar 350 millones de euros de una tajada.
El Barça quiere reducir salarios y vender otros activos
Así las cosas, la directiva de Joan Laporta ha empezado a presionar en la línea de forzar una reducción generalizada de los salarios de sus futbolistas. El equipo tiene un límite salarial negativo de 144 millones a ojos de La Liga, por lo que para poder fichar sin el límite de uno de cada cuatro euros ingresados, debería no solo reducir esos 144 millones sino ingresar millones hasta superar su masa salarial (cifrada en alrededor de 500 millones). La Ejecutiva podría hacerlo de forma unilateral y arriesgarse a una desbandada de jugadores; las negociaciones individuales se han revelado hasta ahora incapaces de conseguir un ajuste suficiente por esta vía.
Otro de los activos sobre la mesa es la división de comercio físico, Barça Licensing & Merchandising, que el último año cerró en números rojos. Por la venta del 49%, el club reclama más de 300 millones de euros que se antojan elevados para fuentes del mercado, toda vez que el propio Barça ha tenido dificultades para rentabilizarlo por su cuenta.
Según estimaciones del sector, el Barça sacrificaría con la venta de la mitad de BLM entre 250 y 500 millones de euros de ingresos los próximos 25 años, pero esas cifras podrían verse compensadas por la sofisticación en la gestión que traería el nuevo socio.
El club sacrificaría con la venta de la mitad de BLM en torno a 250-500 millones de euros de ingresos los próximos 25 años - hasta 900 millones si se atendiera al ritmo de negocio que se alcanzó antes de la pandemia de la mano de la marca de Lionel Messi-. Pero esas cifras podrían verse compensadas por la sofisticación en la gestión para convertir los ingresos en beneficios que traería el nuevo socio. De ahí que esta sea una opción de venta más razonable, a juicio de economistas cercanos al club.
Más tortuosa parece la venta del 49% de su incipiente productora audiovisual Barça Studios, para la que la directiva obtuvo permiso de la asamblea de socios ya en octubre de 2021 pero aún no ha podido materializar.