España registra la mayor escalada en los precios de las grandes economías de la Unión Europea (UE), según el avance publicado por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. Nuestro país cerró el año con una inflación del 6,7%, 1,2 puntos por encima de la tasa de noviembre (5,5%) y su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento de la luz y, en menor medida, de los alimentos.
Este dato choca con el de Alemania (que acabó el año con una tasa interanual del 5,7%, ya tres décimas más moderada que la de noviembre), el de Francia (con una inflación situada en el 3,4%, igual que la de un mes antes) o el de Italia (que aunque creció tres décimas respecto a la tasa interanual de noviembre, se situaba en el 4,2%, dos puntos y medio por debajo de la de España).
De hecho, nuestro país se situó entre los países de la zona euro con una inflación más intensa en diciembre, sólo por debajo de otros países como Estonia (12%), Lituania (10,7%) o Letonia (7,7%), que sí registraron una inflación más alta que España en diciembre.
Pero no sólo eso, sino que además España es el tercer país de la Eurozona con una mayor escalada en el último mes del pasado año (con una tasa interanual en diciembre más de un punto superior a la de noviembre), sólo por detrás de Estonia (3,4 puntos más) y Lituania (1,4 puntos).
La Eurozona marca récord en diciembre
En términos generales, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó el pasado mes de diciembre en el 5%, una décima por encima de la subida observada en noviembre, lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región de toda la serie histórica.
Según los datos de Eurostat, la escalada de los precios de la zona euro en diciembre responde a la subida interanual del 4,6% del coste de los alimentos frescos, frente al 1,9% del mes anterior, mientras que la subida del precio de la energía se moderó al 26% desde el 27,5% de noviembre.
A su vez, los precios industriales no energéticos aumentaron en diciembre medio punto porcentual más que en noviembre, hasta el 2,9% interanual, mientras que los servicios se encarecieron un 2,4%, tres décimas menos que el mes anterior.
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro subió al 2,8% desde el 2,5% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente se mantuvo en el 2,6%, repitiendo por segundo mes consecutivo la lectura más alta de toda la serie histórica.