Una de las empresas de las que más se ha hablado el año pasado a escala mundial es una red social, y en un extraño caso de ombliguismo, probablemente donde más se habló de Twitter fue en Twitter. No creo que sus fundadores imaginaran jamás que algo pensado para comunicarse entre miembros, se convirtiera en pocos años en una de las fuentes informativas más importantes del mundo. Aunque aún hay muchos que están en ella para vender algo, o para defender sus posiciones ideológicas (sean de política o de fútbol, ese es otro tema), lo cierto es que, para muchos, es una ventana a la actualidad del mundo que puede sustituir perfectamente a otros medios clásicos.
Cuando Donald Trump empezó a usar los tuits para dar anuncios de política nacional e internacional, quedó demostrado que es un vehículo muy adecuado para proporcionar información inmediata, recoger 'feedback', y parecer mucho más cercano. A la gente le encanta comunicarse directamente con el personaje famoso, con la esperanza de que lo lea. Incluso en los mercados financieros, seguir la cuenta de algunos tuiteros es vital porque lo que dicen puede variar la sesión bursátil o la de divisas.
Lo que antes era monopolio de agencias especializadas como Reuters y Bloomberg, de repente es accesible a todos. Por ejemplo, siguiendo la cuenta de BCE, todos nos enteramos de sus decisiones sin intermediarios. Evidentemente, todo esto le da un poder que ha sido advertido por muchos. Pero no siempre fue así.
El inicio de Twitter procede de un personaje que no sale como uno de los tres fundadores oficiales (Evan Williams, Biz Stone y Jack Dorsey): Noah Glass. Éste tenía un producto en el que llamabas a un número de teléfono y éste convertía tu mensaje en un archivo MP3 alojado en Internet, tecnología con la que se fundó Odeo. Esta startup, que iba a ser una plataforma de podcasting, la dirigía un exempleado de Google -Evan Willians, conocido por ser el creador de Blogger, vendida a Google en 2003-. Y a ella se sumó otro 'exGoogle': Biz Stone.
Cuando Apple lanzó iTunes Podcasting en verano de 2005, quedó claro que seguir con los pódcast no tendría sentido y ambos pidieron ideas a los poco más de la docena de empleados que tenían. Uno de ellos, Jack Dorsey, que ya había creado en el 2000 una compañía de envío de mensajería, taxis, y servicios de emergencia en la web, presentó en febrero de 2006 –con la ayuda de un desarrollador alemán contratado, Florian Weber- un sistema en el que podías enviar un texto a un número y éste se difundía a todos tus amigos, y al que se denominó Twttr (Noah Glass afirma que ese nombre se le ocurrió a él, era la moda de entonces suprimir las vocales como pasaba en Flickr, Tumblr, Scribd…).
El primer tuit en la historia de la plataforma lo escribió Jack Dorsey el 21 de marzo de ese mismo año y decía “Just setting up my twttr” (solo ajustando mi twttr). El límite de 140 caracteres era el que imponían los SMS.
A pesar de la existencia de una versión operativa de Twitter en septiembre de 2006, el director general de Odeo, Evan Williams, escribió una carta a los accionistas diciéndoles que Odeo no iba a ninguna parte, que se sentía mal por ello y que le gustaría recomprar sus acciones para que no tuvieran pérdidas. Todos aceptaron, y nunca sabremos si Williams les engañó a propósito o realmente pensaba que les estaba haciendo un favor.
Twitter era un proyecto que realmente sólo tenía unos pocos miles de usuarios en el momento en que Evan la compró junto con el resto de Odeo a los inversores, y no estaba claro que tuviera futuro, ya que los SMS costaban dinero a los participantes. El caso es que Willians renombra Odeo como Obvious Corp. y despide a Noah Glass. Jack Dorsey pasó de diseñador a asumir el cargo de primer director ejecutivo, Biz Stone el de director creativo y Evan Williams se reserva el de presidente.
En 2007, Twitter se convierte en una empresa independiente. En agosto, un usuario, Chris Messina, inventa por casualidad el hashtag al escribir un tweet, algo que más tarde se implementaría en la plataforma. Ese verano en todo el mundo se escribían unos 70.000 tuits al día. El crecimiento se acelera, los usuarios pasan a millones y en 2008 Willians se empeña en sustituir como CEO a Dorsey para ponerse él.
El mayor problema al que se enfrenta la compañía, además de que no gana dinero, son las continuas caídas del servicio (famosa fue la ocurrida el 25 de junio de 2009, día del fallecimiento de Michel Jackson). Finalmente, Dorsey tiene que volver a hacerse cargo en 2015, cargo que mantiene hasta finales de 2021.
En general, la historia de Twitter es la de una empresa que no deja de mejorar en sus funciones (con las listas, los retweets, el botón del like, la ampliación de los caracteres, la posibilidad de añadir contenido multimedia, etc.), que cada año es más popular, que consigue arreglar sus problemas de saturación ante los eventos más importantes y, sobre todo, que amplía su influencia a escala mundial. Es raro el día que en medios informativos tradicionales no se habla de lo que algún famoso dijo en esta red social.
Sin embargo, tiene muchos problemas acerca de las políticas de moderación, que según algunos rozan la censura. La mayor polémica acerca de este tema ocurrió en enero de 2021, cuando se suspendió la cuenta de Trump "debido al riesgo de mayor incitación a la violencia", mientras que usuarios que apoyan a grupos terroristas, por ejemplo, seguían teniendo sus cuentas activas.
Con todo, como empresa, su mayor problema es su falta de ingresos, ya que publicitariamente jamás ha conseguido el éxito de Facebook. En 2022 el polémico Elon Musk compró Twitter. La empresa está inmersa en un proceso de cambios, aunque parece que a su nuevo dueño no le preocupa en exceso, al menos de momento, su rentabilidad económica.