La gestión de Pedro Comín, director del Sepblac al que nombró Nadia Calviño, está generando malestar. El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias ha reducido las inspecciones y dentro de este equipo de élite se considera que la dirección se ve lastrada por el desconocimiento de Comín, inspector de Banco de España, sobre la prevención del blanqueo. Comín fue quien evitó a la cúpula del Banco de España nombrada por el PSOE una condena por su responsabilidad en la salida a bolsa de Bankia.
El descontento ha originado salidas y jubilaciones de altos cargos y ha ido creciendo ante el conocimiento de que se preparaba una reestructuración. Finalmente los cambios se aprobaron este martes y se han anunciado internamente este miércoles, según ha podido saber Vozpópuli.
Fundamentalmente consisten en la colocación a dedo de dos inspectores del Banco de España que tampoco tienen conocimiento ni experiencia en la prevención del blanqueo: Antonio Fernández Carrillo y Juan Casillas.
Sobre los nombramientos a dedo, la dirección achaca los cambios a "la jubilación" y la "decisión personal" de sus predecesores, que asegura "han hecho necesario recurrir a personal de la Dirección General de Supervisión del Banco de España para cubrir sus vacantes". Y agradece la "trayectoria e implicación" de Juan Ramírez, que pasa a ser asesor de la Dirección. Ramírez ha sido responsable de la Coordinación de Supervisión e Inspección, y sonó para director antes de que Comín fuera nombrado.
La designación de Juan Casillas para el organismo encargado de la prevención del blanqueo llama la atención ya que es uno de los tres inspectores, junto a su hermano Alberto y Patricia Navarro-Rubio Poole, que llevaban años preparando a decenas de opositores en una especie de academia oficiosa y opaca por la que cobraban miles de euros sin facturas ni recibos a aspirantes a formar parte del Banco de España, según desveló elDiario.es
La bancarización del Sepblac que Comín viene realizando se produce pese a que el organismo depende del Ministerio de Asuntos Económicos. En concreto, de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (CPBCIM), adscrita a la Secretaría de Estado de Economía. La preside el secretario de Estado de Economía y está compuesta por representantes del Ministerio Fiscal, de los Ministerios del Interior, Hacienda, Justicia y Presidencia, los competentes, en lo que toca a Policía, Guardia Civil, Aduanas, Inspección Financiera y Tributaria, Protección de Datos y CNI; representantes de los órganos supervisores de las entidades financieras (Banco de España, CNMV, Dirección General de Seguros) y delegados de las comunidades autónomas.
Originariamente, el Sepblac era una unidad del Banco de España que operaba desde su sede, pero finalmente se separó y se estableció por su cuenta y desde 2010 depende de Economía. El supervisor, eso sí, le provee de medios y suscribe acuerdos de inspección.
Caída en el número de inspecciones
Comín fue nombrado director del Sepblac en noviembre de 2020. En 2019, el organismo realizó 63 inspecciones y en 2020, 57. Su gestión tras entrar en el Servicio de Prevención al final del último año de la pandemia no consiguió una recuperación de las inspecciones en 2021, último año del que hay datos, ejercicio en el que las inspecciones cayeron a 30, un descenso del 47%.
La Agencia Tributaria (AEAT), por ejemplo, experimento una caída en los ingresos en la lucha contra el fraude en 2020 (de recaudar 15.715 millones en 2019 a 12.787 con la covid), pero se recuperó en 2021, con 14.956 millones o incluso 16.896 según las partidas que se consideren.
Comín llegó al Sepblac poco después de conocerse la sentencia absolutoria sobre la salida a bolsa de Bankia. Estuvo imputado por ser uno de los responsables de supervisión del Banco de España. Finalmente, fue desimputado y declaró durante en el juicio como testigo.
En su intervención, restó importancia a los correos electrónicos del inspector que advirtió de los problemas que tenía la operación, José Antonio Casaus, y afirmó que nunca se remitieron al exgobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que estaba imputado, ni al antiguo subgobernador, Javier Aríztegui.
La Dirección del Sepblac justifica los nombramientos a dedo en la transformación digital o en la creación de la nueva autoridad europea antiblanqueo (AMLA) -a la que precisamente Madrid concurre en la elección a albergar la sede-: "Se hace necesario modificar la actual estructura organizativa para adaptarse a los retos estratégicos a los que nos enfrentamos como el plan de transformación digital (PTD), la nueva autoridad europea o la evaluación de GAFI que presumiblemente implicarán futuros cambios conforme desplieguen sus efectos; integrar adecuadamente el crecimiento de plantilla posibilitando la movilidad interna; y facilitar la transmisión de los objetivos estratégicos y directrices desde las jefaturas a los empleados", alega la comunicación interna.