Repsol ha anunciado este lunes una inversión de 80 millones de euros en el Puerto de Bilbao, vinculadas a la refinería de Petronor, para la construcción de dos nuevas plantas que se sustentan en energías renovables.
La compañía desarrollará estos dos proyectos con la participación de destacados socios nacionales e internacionales, según ha explicado. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha anunciado en la rueda de prensa que el grupo estatal de Arabia Saudí Aramco, considerado como la mayor petrolera del mundo, será uno de sus socios.
La primera será una planta, con una inversión de 60 millones para la producción de hidrógeno, a partir de tecnologías verdes, dirigido para el sector de transporte. La segunda planta se centrará en la recuperación de gases y su reutilización en el proceso productivo de la refinería de Petronor, en línea con la apuesta por la economía circular de la compañía por la economía circular.
La instalación, que estará totalmente operativa en un plazo de cuatro años, “será de referencia en Europa por la tecnología puntera aplicada y por el uso del CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor”, explican desde la compañía.
El segundo proyecto, que se ubicará junto al primero, supondrá una inversión inicial de 20 millones de euros
En una primera fase, escalable a una posterior etapa comercial en función de los resultados, se obtendrán 50 barriles al día de combustible sintético, con cero emisiones netas de CO2 en todo su ciclo productivo. Este año ya se empezará con la ingeniería conceptual del proyecto. Petronor es la única refinería de la Península Ibérica y una de las pocas de Europa que ha integrado procesos de captura, almacenamiento y uso del CO2 y está previsto que pueda realizar captura directa del aire.
Inversión inicial de 20 millones
El segundo proyecto, que se ubicará junto al primero, también en el puerto de Bilbao y su entorno como opción prioritaria, supondrá una inversión inicial de 20 millones de euros, liderada por Petronor, y consistirá en una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. Este gas se empleará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca, una de las de mayor capacidad de España, utiliza en su proceso productivo.