Seres llega a España. El gigante automovilístico chino desembarca con su modelo Seres 3, dispuesta a seguir los pasos de la todopoderosa Tesla. Aunque de momento el Seres 3 aterriza como un modelo de DFSK, perteneciente al Grupo Donfeng (segundo productor chino de automóviles), en breve tendrá una identidad propia. Y es que Seres ya es el décimo productor a nivel mundial, con unos activos de 30.000 millones de euros, casi 180.000 empleados y más de 2.400 concesionarios por todo el mundo. Más de 20 se sitúan ya por nuestra geografía… y ampliando.
Y es que la insistencia europea por el coche eléctrico, con limitaciones y prohibiciones a corto plazo de los motores de combustión que Europa ha dominado como nadie a lo largo de su historia, está abriendo la puerta a los fabricantes chinos, muy lejos de los estándares de la UE cuando de motores diésel y gasolina se trata, pero en clara ventaja en todo lo referente al coche eléctrico. No será de extrañar un boom de marcas chinas en los próximos años con productos que poco o nada tienen que envidiar cuando de la tecnología eléctrica se trata.
Todo ello acumulando un know how en la última década como uno de los grandes accionistas del hoy conocido como Grupo Stellantis, la fusión de PSA y FCA, produciendo además en China para el mercado interior modelos no sólo de las marcas Citroën y Peugeot, sino también de Nissan, Kia y Honda.
En 2014, tras acometer una ampliación de capital, Dongfeng tomó el control del 14% de las acciones de PSA, convirtiéndose en el accionista mayoritario de la compañía junto al gobierno francés y a la familia Peugeot. En septiembre de 2020, como parte del acuerdo de recompra de acciones firmado en 2019 y dada la fusión prevista de PSA con Fiat Chrysler Automobiles en Stellantis, el grupo galo recompró 10 millones de sus propias acciones a Dongfeng por casi 165 millones de euros, manteniéndose como el cuarto mayor accionista.
Seres, marca china con ADN estadounidense
Si hasta ahora los pocos productos conocidos de la marca DFSK con modelos con motor de combustión están uno o dos escalones por debajo de los estándares europeos en refinamiento, eficiencia o dinámica de conducción, con el Seres 3 la marca china estrena lo que denominan cuarta generación de modelos, en los que la tecnología eléctrica va a ser uno de sus pilares. Un salto cualitativo que hemos podido comprobar en primera persona tras subirnos a este nuevo modelo que llega a nuestro mercado en un momento en el que el coche eléctrico coge algo de carrerilla apoyado en el nuevo Plan Moves.
Se trata de un SUV de tamaño compacto, con casi 4,4 metros de longitud, y un diseño moderno y muy al gusto europeo y, sobre todo, un interior que supone un paso adelante en calidad y diseño imprescindible de cara al mercado del viejo continente y con una carga tecnológica en cuanto a conectividad de última generación apoyado en la colaboración que han establecido con Huawei. El sistema de control e infoentretenimiento cuenta con dos pantallas a color de 10,25 pulgadas. La táctil de tipo flotante situada en el centro del salpicadero integra el dispositivo de navegación, con sistema operativo LinOS 4.0, y sistema Bluetooth para vincular el Smartphone que cuenta con una superficie de carga inalámbrica. La de la instrumentación, de LCD, permite elegir entre tres estilos diferenciados.
Pero además de diseño y conectividad, el Seres 3 destaca por su motor eléctrico. Desarrolla 163 CV de potencia y se alimenta de una batería de 53,6 kWh de capacidad que ofrece una autonomía de 329 kilómetros en ciclo de homologación WLTP. Está preparada para soportar carga rápida, que permite pasar del 20 al 80% en 30 minutos, mientras que en una toma de 6,6 kW necesita ocho horas y casi 17 horas en un enchufe convencional doméstico a 3,7 kW. Las primeras sensaciones tras bajarnos de una pequeña prueba de casi cien kilómetros son realmente positivas, tanto por el tacto de conducción que ofrece con un chasis, amortiguación y dirección que transmiten mucha confianza a ritmo rápido en curvas como por la eficiencia del sistema eléctrico, que da la sensación de superar sin problemas los 300 kilómetros de autonomía en cada carga y de acercarse a los 400 en una conducción muy eficiente en ciudad.