Fue diputado de la Minoria Catalana por CiU, abogado y ahora es vicepresidente de Lliga Democràtica
¿Un Partido Nacionalista Catalán al estilo de un Partido Nacionalista Vasco? Han empezado a surgir propuestas que apuntan en la dirección con la que encabezo mi artículo. Entre ellas la de mi buen amigo Santi Vila.
De entrada, mi sentimiento político -por profundamente antinacionalista-, me dice que no es necesario un PNC por lo obvio de la contradicción del nombre de ese supuesto partido con mi declarado sentimiento.
Mi profundo antinacionalismo viene por considerar un profundo error el mirar a la nación cuando lo que se debe mirar es a la sociedad. La tan aguerridamente entronizada por huestes madrileñas “nación española”, ha sido incapaz de apreciar que su combate lo que ha producido es un enardecimiento de la “nación catalana” que, en lugar de propiciar ese progreso social -que no dudo ambas partes desean-, ha obtenido una división y una confrontación en la sociedad como hace 65 años ( los que tengo) que no veía.
La nación no es buena o mala. ¡No! El debate no es en términos de nacionalidad pues, como ciudadanos nacidos donde hayamos nacido, todos nos sentimos nación y patria de una forma u otra. El debate es en términos de progreso, y el progreso se construye desde el orden y la armonía, y la armonía nace de la generosidad y la generosidad, a su vez, nace del respeto. Partido nacionalista, ¡No! Partido que liga y une, que aglutina desde la base democrática del respeto al otro, ¡Sí!
Mi profundo antinacionalismo viene por considerar un profundo error el mirar a la nación cuando lo que se debe mirar es a la sociedad
Sí un palillo es quebradizo, mil palillos son inquebrantables, por eso en Cataluña hemos de caminar unidos para recuperar nuestro poder.
No podemos permitir que nuestras fuerzas fluyan por sumideros independentistas que a nada nos han llevado, cuando deberían confluir en un único brazo forjado en la Historia y admirado por todos por su capacidad y su potencia de acción. Demasiada ideología y pocas ideas.
El otro día, en una reunión que tuvimos en nuestra sede con un grupo de jóvenes entusiastas, me confesaron cuál había sido su fuerza en la candidatura que habían encabezado en las últimas elecciones municipales. Su programa electoral fue: “Los problemas necesitan una solución. A cada problema démosle una solución”.
Demasiada ideología y pocas ideas
En Lliga Democrática queremos exactamente eso, tener una solución para cada problema. Vivienda, juventud, medioambiente, fiscalidad, igualdad, empresa y paro. Queremos salirnos de la pantalla de ayer, de nacionalismo sí o no, para entrar en la pantalla de mañana, de construir sí o no.
No todo el poder lo administra el Estado Central. Gran parte del poder lo retiene la Generalitat que en vez de administrarlo, lo ha malbaratado alimentando diferencias en lugar de invirtiéndolo en necesidades. Por supuesto que hay que debatir con el Estado la forma en que nos corresponde administrar nuestro poder, y eso lo haremos de forma enérgica, pero no a través de un estéril -y muchas veces interesado-, debate sobre el apellido y la genealogía del partido, sino a través de un concienzudo, apasionado e ilusionante trabajo que, sumando, nos haga inquebrantables.
Lliga Democrática y Lliures conforman el germen de esa unión que con generosidad ha sabido renunciar a postulados personalistas para dar cabida a un proyecto que engrandece Cataluña
Hoy Lliga Democrática y Lliures conforman el germen de esa unión que con generosidad ha sabido renunciar a postulados personalistas para dar cabida a un proyecto que engrandece Cataluña. Desde este germen continuamos llamando a todo el que se siente catalán, a todo el que quiera mirar a ese mañana sin la necesidad de preguntar el apellido de aquel que, con nosotros, está dispuesto a ser uno más entre muchos.
Queremos demostrar que somos castellers y que nuestro castell es y será alzado desde una colosal pinya, afianzado por un gran folre, construido a través de las esforzadas manilles y coronado por el mejor enxaneta. Ya sabemos lo que somos y lo que queremos ¡Pongámonos a trabajar!