Bajo la batuta de Mikel Niño, responsable de Industria 4.0 en Tecnalia, se estrenó el congreso Max Manufactura Avanzada, una de las principales novedades del certamen From Industry to Solutions, que tuvo lugar del 29 al 31 de octubre en el recinto Gran Via, de Fira de Barcelona. El programa incluía la mesa redonda Max Eficiencia Logística, donde los ponentes aportaron sus propias experiencias a la hora de maximizar la cadena de suministro industrial, sirviéndose de tecnologías 4.0 -big data, robótica, Cloud (la nube), realidad aumentada, ciberseguridad, Iot (internet de las cosas), simulación, impresión 3D e incluso integración de sistemas, por ejemplo-. La sesión contó con la participación de Antonio García, director general de Bossard Spain; Daniel Pastrana director de producto b2c de DHL Parcel Iberia; María Angulo responsable de consultoría, ingeniería y diseño de soluciones de Swisslog Iberia (Grupo Kuka) y Eva Santamarta directora comercial en FMCG (Asti Tech Group).
Carencias en la cadena de suministro
“En IoT (internet de las cosas) contábamos con soluciones que daban visibilidad a parte de los procesos, mejoraban eficiencia energética al controlar el consumo de las máquinas, detectaban incidencias o analizaban datos facilitados por los sistemas. Sin embargo, no existía ninguna aplicación de IoT que, de alguna manera, uniera a los proveedores con los fabricantes, facilitando una transparencia total entre ambos”, explicó Antonio García, de Bossard Spain, perteneciente a la multinacional del mismo nombre especializada en la distribución de soluciones de fijación.
En concreto, García relató cómo habían transformado la gestión analógica de piezas C en digital, eficiente y conectada mediante unas básculas donde pesan productos con volúmenes muy distintos: desde 500 gramos a una tonelada. Estas básculas disponen de un sensor con dos funcionalidades. Por un lado, pesan y monitorizan el consumo real o stock en tiempo real de las piezas; por el otro, transmiten esos datos por radiofrecuencia a una central que maneja esos datos. “Si sabemos la cantidad de stock que tenemos, podemos tomar decisiones acertadas en cuanto a lotes de compras. Cuando facilitamos esta información al proveedor le damos una visibilidad que redunda en una mejora de la eficiencia de ambos. Esto sería una integración de IoT entre proveedores y fabricantes”, explicó.
Gracias a dichos sensores y a la digitalización de los procesos también han logrado gestionar, de forma más eficiente y organizada, la última milla. Es decir, el tramo final del proceso de entrega de las mercancías en el destino solicitado por el cliente. La última milla es una fase crucial en logística, ya que influye mucho en los costes y determina el grado de satisfacción del destinatario.
Hasta ahora no existía ninguna aplicación de IoT que, de alguna manera, uniera a los proveedores con los fabricantes, facilitando una transparencia total entre ambos”, reconoció García.
Transformación digital en ecommerce
Por su parte Daniel Pastrana, de DHL Parcel Iberia, especializada en la entrega de envíos ecommerce a los clientes particulares de España y Portugal, hizo referencia a las dificultades con las que tropiezan: expectativas de los consumidores por encima del servicio prestado, picos de demanda (Black Friday, Navidades, etc.) y pedidos fragmentados (se entregan uno a uno). Eso sin olvidar aquellas variables externas que no dependen de la compañía, como la situación del tráfico y el estado de las carreteras. “La primera semana de diciembre, tras el Black Friday, se produce un incremento de pedidos del 120%. Ello supone un reto en términos de eficiencia, sobre todo en la última milla de cualquier instalación productiva”, reconoció.
Para hacer frente a estas dificultades, se implantaron plataformas digitales que permiten elegir dónde dejar el envío si el destinatario no está en casa. Estas plataformas aportan más calidad en origen al hacer más entregas exitosas en un primer intento y mejorar la eficiencia en la última milla. “Esto es muy importante debido a los volúmenes de envíos que manejamos”, añadió. Otras soluciones son los megahubs que consisten en seis kilómetros de cinta capaces de manejar y/o clasificar de 50.000 a 500.000 paquetes por hora; automatizar paquetes de hasta 31 kilos y de 120 x 60 x 60 centímetros que cubren todo el espectro del comercio electrónico actual y la instalación de taquillas y puntos de recogida para consolidar envíos (en la actualidad ya cuentan con 70.000 puntos en toda Europa) y absorber estos picos de demanda. “La principal dificultad a la hora de implantar soluciones atractivas como los vehículos autónomos o los drones no es la tecnología, sino la infraestructura que necesitan. Existen muchas oportunidades de automatización, pero, ante todo, debemos usar el sentido común”, recomendó.
La sesión finalizó con las intervenciones de María Angulo, de Swisslog Iberia (Grupo Kuka), y Eva Santamarta, de FMCG (Asti Tech Group). Si bien la automatización de almacenes se remonta a 50 años atrás, la inmersión digital es la novedad del sector. “La digitalización ha hecho posible la conectividad y monitorización de datos que agilizan la toma de decisiones y, en consecuencia, mejoran la eficiencia”, resaltó. Finalmente, Santamarta se centró en la automatización mediante vehículos de guiado automático (AGVS) y sus aplicaciones más frecuentes -de fin de línea a enfardadora o de enfardadora a almacén, entre otras- además de facilitar las claves para “sobrevivir” en entornos tan cambiantes: entregas prácticamente customizadas, reducción de los tiempos y flexibilidad mediante la implantación de tecnologías 4.0; colaboración entre empresas, centros tecnológicos y universidades y captación de talento capaz de adaptarse a nuevos puestos de trabajo y formados en carreras científicas, tecnológicas y matemáticas.