En un comunicado publicado anoche en Londres, la agencia justifica su decisión por el aumento de las dudas sobre "la capacidad del país de alcanzar sus objetivos a medio plazo en la consolidación fiscal y la reducción de la deuda pública".
Moody's resalta los "riesgos derivados de la alta deuda pública", del 82 por ciento del producto interior bruto (PIB).
Pese a que el Gobierno húngaro se ha comprometido a reducir la deuda pública al 50 por ciento del PIB hasta 2018, la agencia asegura que aún no se han aclarado los detalles de esta estrategia.
Debido a la baja tasa de empleo y la debilidad del mercado interior, la agencia ha revisado a la baja sus pronósticos anteriores de crecimiento para el país centroeuropeo, que eran del 2,7 por ciento para este año y del 2,6 por ciento para 2012, situándolos ahora en el 1,5 y el 0,5 por ciento, respectivamente.
Asimismo, resalta que las posibilidades del sistema bancario húngaro para ayudar al crecimiento serán limitadas, a raíz de la adopción de medidas gubernamentales que afectan negativamente la rentabilidad de los bancos.
El Parlamento húngaro aprobó en septiembre un polémico plan de alivio a los titulares de hipotecas en divisas, que pueden pagar sus deudas en la moneda nacional, el forinto, a un cambio fijo e inferior al del mercado.
Muchos húngaros tienen hipotecas en monedas extranjeras, como el franco suizo y el euro, por lo que un forinto más débil hace más difícil devolver sus préstamos.
Los altos niveles de deuda externa del sector privado y de los bancos aumenta la vulnerabilidad de país, afirma Moody's.
Respecto al posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) sobre un nuevo préstamo, anunciado la semana pasada, la agencia afirma que "las negociaciones no han comenzado aún" y que éste podría aliviar los problemas inmediatos de financiación.
Pese a este acuerdo, Hungría seguirá siendo vulnerable a los impactos externos a medio plazo, agrega Moody's.
Después del anuncio de la agencia, el forinto se despreció hasta las 315 unidades frente al euro, desde las 312 registradas anoche.
El Gobierno de Hungría ha rechazado hoy en un comunicado la evaluación de Moody's como no fundamentada y la ha considerado "parte de un ataque financiero".
Budapest ha recordado en la nota que en 2011 el déficit húngaro se situará, por primera vez desde su integración en la UE, por debajo del 3 por ciento, y que este año el Gobierno ha reducido su deuda pública "en casi un 10 por ciento".
Por otra parte, la agencia Standard and Poor's informó anoche de que esperará a las negociaciones de Hungría con el FMI y la UE para revisar la calificación del país.