El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció hoy que su país y Alemania presentarán en menos de dos semanas una propuesta común de modificación de los Tratados de la Unión Europea."Somos conscientes de la gravedad de la situación y buscamos los mismos remedios", declaró Sarkozy al término de una reunión mantenida en Estrasburgo con la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti.
"Francia y Alemania trabajan sobre propuestas de modificaciones", confirmó Merkel, quien mencionó que será necesario avanzar sobre la unión fiscal, pero dejó claro que no afectarán al estatuto del Banco Central Europeo (BCE). "Habrá propuestas pero no tendrán que ver con el BCE", zanjó Merkel sobre el asunto, después de decir que el presidente Sarkozy comparte con ella el principio de que el banco es "independiente".
"Hay que coordinar más nuestras políticas si queremos una moneda estable", insistió Merkel, después de que el presidente francés insistiera en que los detalles de las propuestas de reforma se conocerán antes del Consejo Europeo del 9 de diciembre próximo.
"Los detalles, los daremos cuando las presentemos", insistió el presidente francés, quien dijo que Francia y Alemania "trabajan todos los días" de manera conjunta sobre esas propuestas.
Por su parte, Merkel incidió en que lo primero es dar pasos para avanzar hacia una mayor unión fiscal, por ejemplo reforzando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para que pueda imponer sanciones automáticas, así como implementar los acuerdos adoptados el 26 de octubre, pero matizó que estas mejoras no le llevarán a cambiar de postura sobre el BCE o los eurobonos.
La canciller mantiene su rechazo a la posibilidad de que la eurozona emita deuda con una garantía colectiva al considerar que "no es una solución adecuada", ya que así la señal que se enviaría "no sería buena", mientras que reclamó la necesidad de trabajar hacia un mayor grado de unión fiscal.
En la misma línea que Merkel, Monti defendió que una mayor unidad fiscal es necesaria para dar más estabilidad a la zona euro, aunque añadió también que cada país tiene que hacer sus deberes en su propia casa.
Acerca de las diferencias de opiniones con la canciller alemana, Sarkozy aseguró que ambos países están intentando entenderse y converger hacia un mismo punto, respetando sus líneas rojas. Además, sumó al primer ministro italiano a su proyecto, para crear un grupo lo más estable posible para recuperar la confianza.